Amancio Ortega, el destacado fundador y primer accionista de Inditex, ha realizado una significativa intervención en el sector inmobiliario español a través de su brazo inversor Pontegadea. La reciente adquisición de un edificio de oficinas en Barcelona, donde tiene su sede el Grupo Planeta, ha sido una transacción de gran envergadura, alcanzando los 284 millones de dólares, equivalentes a unos 250 millones de euros.
Detalles de la compra en Barcelona
El inmueble, que se localiza en el número 662 de la Avenida Diagonal, fue adquirido previamente por el fondo de inversión estadounidense Blackstone en 2018 por un precio aproximado de 210 millones de euros. Esta transacción, que fue adelantada por un medio especializado en abril, marca el regreso de Ortega a las grandes inversiones en nuestra geografía.
Lo notable de esta operación es que es la mayor que ha firmado Ortega en España desde 2016, año en que realizó la compra de la Torre Cepsa en Madrid por 490 millones de euros. Esta nueva inversión subraya el interés renovado del empresario por el mercado español, un giro estratégico en su enfoque inversor.
La trayectoria inversora de Ortega
Ortega no solo ha realizado esta compra en Barcelona; su actividad en el sector inmobiliario se extiende a otras regiones. A finales de 2023, adquirió también dos hoteles ‘boutique’ en el centro de Palma de Mallorca por 35 millones de euros, lo que demuestra su continua apuesta por diversificar sus inversiones.
A principios de abril, el fundador de Inditex también cerró la compra de un edificio de oficinas en Luxemburgo. Este inmueble, que alberga a la prestigiosa firma de abogados Clifford Chance, tiene una superficie de aproximadamente 5.200 metros cuadrados. Aunque no se reveló el importe de esta adquisición, sabemos que en 2020 fue adquirido por Mapfre y Manova por 60 millones de euros.
Dividendos y fortuna personal
Ortega no solo se destaca por sus inversiones; su fortuna también es notable. Este año, se espera que ingrese 3.104 millones de euros en dividendos de Inditex, superando los 2.845 millones de euros que obtuvo el año anterior. Este incremento, que refleja un aumento del 28% en la retribución, reafirma su posición como uno de los empresarios más influyentes del mundo.
Controlando un 59,294% de Inditex, Ortega ostenta un paquete de 1.848 millones de acciones. Esto lo sitúa, según Forbes, como la mayor fortuna en España y en el noveno puesto a nivel global, con un patrimonio estimado en 124.000 millones de dólares (114.943 millones de euros). Su capacidad de inversión se nutre, en gran medida, de los dividendos que recibe de su empresa.
La familia Ortega
Es interesante observar la dinámica familiar en torno a la fortuna de Ortega. Su hija, Sandra Ortega, ocupa el segundo puesto entre las fortunas españolas, pero se sitúa en el puesto 230 a nivel mundial, con un patrimonio de 10.800 millones de dólares (10.011 millones de euros). Esto destaca la relevancia y el impacto de la familia en el ámbito financiero y empresarial del país.
Amancio Ortega ha demostrado ser no solo un empresario visionario, sino también un inversor estratégico que busca oportunidades en el sector inmobiliario. Su capacidad para realizar grandes transacciones y su elección de localizaciones estratégicas revelan un enfoque reflexivo en su actividad inversora. En un momento en que muchas empresas buscan adaptarse a un entorno económico incierto, Ortega parece estar aprovechando eficazmente los recursos de que dispone.
Perspectivas del sector inmobiliario
La reciente adquisición de Ortega podría tener un impacto significativo en el mercado inmobiliario español. Con su historial de éxito y su capacidad para identificar oportunidades, es posible que otras empresas e inversores busquen seguir su ejemplo. Las inversiones en propiedades comerciales, especialmente en ciudades clave como Barcelona, podrían ver un resurgimiento debido al interés de grandes inversores.
En resumen, mientras Ortega continúa su camino como un jugador clave en el mercado inmobiliario, es interesante considerar cómo sus decisiones podrían afectar futuras inversiones y el estado general del sector. Mantenerse al tanto de sus movimientos puede ofrecer valiosas lecciones para otros inversores y analistas del mercado.