Unicaja, tras la fusión con Liberbank, ha heredado una situación compleja relacionada con el fondo de titulización TDA 24. Este fondo, constituido en 2005, agrupa préstamos hipotecarios de CCM, Bankpime y Credifimo. La controversia en torno a las ‘cláusulas suelo’ ha generado un perjuicio significativo que ha llevado a la entidad a afrontar una cuantiosa compensación.
Detalles del acuerdo y el impacto financiero
El monto total que Unicaja deberá abonar al fondo TDA 24 asciende a 7,75 millones de euros. Esta cifra incluye principalmente 6,66 millones por los daños ocasionados por la eliminación de las ‘cláusulas suelo’ entre julio de 2017 y octubre de 2024. Además, se suman más de un millón de euros en intereses generados, lo que subraya el impacto que esta situación ha tenido en las finanzas de la entidad.
Una vez que la Audiencia Provincial de Madrid firmó la sentencia en este caso, Unicaja actuó rápidamente para cumplir con las obligaciones correspondientes. Desde septiembre, la entidad comenzó a destinar 2,3 millones de euros para los bonistas, que coincide con el monto original demandado por TDA. A este se le añadió 113.851,6 euros en concepto de intereses generados hasta ese momento.
Repercusiones legales y decisiones judiciales
La gestora del fondo TDA 24 había intentado, desde un principio, resolver el conflicto a través de acuerdos extrajudiciales, pero lamentablemente, dichos intentos fueron infructuosos. Se vio obligada a presentar una demanda contra Liberbank por un total de 2,3 millones de euros debido a las pérdidas ocasionadas por la eliminación de las ‘cláusulas suelo’.
La historia judicial de este caso se complica un poco más. En 2021, el Juzgado de Primera Instancia nº86 de Madrid dictó una sentencia favorable a TDA, reconociendo que Liberbank había incumplido sus deberes como cedente y administrador de los préstamos del fondo. Se condenó al banco a abonar 1,9 millones de euros por disposiciones indebidas y 352.271 euros por lucro cesante, así como a cubrir los daños generados hasta el pago efectivo completo de lo adeudado.
Aun así, la saga no terminó allí. A finales de 2022, la Audiencia Provincial de Madrid desestimó el recurso de apelación presentado por Liberbank y mantuvo la condena. En este contexto, Unicaja decidió interponer un recurso extraordinario, que finalmente fue inadmitido por el Tribunal Supremo en julio de 2024.
El camino hacia la resolución
La dinámica de esta situación ha puesto de relieve la complejidad y la responsabilidad inherente a la fusión de entidades financieras. Al heredar contratos y obligaciones antiguos, Unicaja se ha visto obligada a lidiar con problemas que datan de años atrás, especialmente en un tiempo donde la transparencia y la ética en la implementación de productos financieros se encuentra bajo un intenso escrutinio.
Además de la demanda presentada contra Liberbank, TDA 24 también tomó medidas legales contra Credifimo, lo que señala una tendencia más amplia de la búsqueda de justicia para los bonistas afectados. En julio de 2022, el Juzgado de Primera Instancia nº2 de Madrid dictó que Credifimo debía pagar aproximadamente 2,28 millones de euros en indemnización y los intereses correspondientes. Con estas demandas, se vislumbra una creciente preocupación por la protección de los consumidores y la regulación de prácticas bancarias que puedan ser perjudiciales.
El contexto del mercado hipotecario
La eliminación de las ‘cláusulas suelo’ ha sido un tema muy debatido en el ámbito hipotecario español. Estas cláusulas permitían a los bancos establecer un interés mínimo a cobrar, limitando así las posibilidades de los prestatarios de beneficiarse de la disminución de las tasas de interés. Su anulación ha generado reclamaciones masivas, y el caso de TDA 24 es solo uno de los muchos que han surgido en este contexto.
El efecto en el mercado hipotecario y en la inversión en productos relacionados es un tema que merece atención. Al observar cómo Unicaja está manejando esta situación, se puede reflexionar sobre el futuro de las entidades bancarias y la manera en que gestionan sus obligaciones pasadas.
La administración responsable de los productos y las decisiones financieras por parte de los bancos es crucial, no solo para salvaguardar sus propias finanzas, sino también para mantener la confianza de los clientes y el bienestar general del sistema económico. Las acciones que tomen entidades como Unicaja podrían modificar el rumbo de cómo se ofrecen y gestionan los productos financieros en el futuro, dejando una huella permanente en el sector.
En un panorama donde se espera que las entidades adapten sus estrategias para una mayor protección al consumidor, será interesante ver cómo evolucionan los casos relacionados con prácticas pasadas y cuál es el impacto en la confianza del usuario hacia las instituciones financieras. La vigilancia y la reflexión sobre cómo estas decisiones afectan a cada uno de nosotros en nuestro día a día pueden ser el primer paso hacia un mercado más transparente y justo.