El pasado 14 de febrero, Telefónica del Perú solicitó de manera voluntaria entrar en concurso de acreedores. Esta decisión se tomó tras registrar unas pérdidas netas de 3.391,59 millones de soles peruanos (aproximadamente 872,4 millones de euros) en 2024. Este resultado representó un incremento interanual del 452,83% en sus números rojos, una cifra que contrasta drásticamente con los 613,48 millones de soles ( 157,8 millones de euros) del año anterior. ¿Cómo se ha llegado a esta situación tan complicada?
Una historia de deudas y desafíos
La entonces filial de Telefónica en Perú ha mencionado que la solicitud de concurso de acreedores se debió, en gran parte, a su establecida dificultad financiera y administrativa. No es un problema nuevo: la empresa ha tenido controversias con la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) durante las últimas dos décadas, lo que le exige alrededor de 800 millones de euros. Este prolongado conflicto ha llevado a la compañía a una trayectoria de reestructuración inminente.
A cierre de 2024, la cifra de deuda de Telefónica del Perú se acercaba a los 1.240 millones de euros. Estos números reflejan la gravedad de su crisis y plantean serios interrogantes sobre el futuro de la empresa en el mercado peruano. Ante una situación así, es comprensible la decisión de buscar un concurso que permita reestructurar tanto su financiación como sus operaciones.
Inicio del procedimiento concursal
Recientemente, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) de Perú ha anunciado el comienzo del procedimiento concursal. Esto se formalizó luego de que la Comisión de Procedimientos Concursales declarase el inicio del procedimiento concluido el 24 de febrero de 2025. Así, la compañía busca un camino hacia la reestructuración, una acción que se torna crítica en un escenario financiero tan adverso.
Según las informaciones proporcionadas, el inicio del procedimiento ya se ha registrado en el Boletín Concursal del Indecopi. Esto significa que los acreedores de Telefónica del Perú ahora tienen la oportunidad de presentar sus solicitudes de reconocimiento de créditos. El plazo que se les ha otorgado para ello es de 30 días hábiles, lo que añade una cierta urgencia a la situación.
Desistimiento de un procedimiento preventivo
En el transcurso de este proceso, también se ha informado que Telefónica del Perú ha decidido desistir de la posibilidad de iniciar un procedimiento concursal preventivo. Esta elección ha sido aceptada por el Indecopi, lo que revela una acción consciente por parte de la empresa en su intento de gestionar sus crisis financieras de manera más efectiva. Pero, ¿qué implica verdaderamente esta decisión y cómo afectará el futuro de la compañía en el país?
Por un lado, dejar de lado el procedimiento preventivo podría significar un enfoque más directo para enfrentar los problemas existentes. Por otro, plantea aún más incertidumbre sobre las decisiones que se vayan a tomar en los próximos meses. La estrategia adoptada será crucial no solo para los acreedores, sino también para los empleados y usuarios de sus servicios.
Impacto de la adquisición por Integra Tec International
No podemos olvidar la reciente adquisición de Telefónica del Perú, que pasó a ser parte de Integra Tec International desde el 13 de abril por un monto que ronda los 900.000 euros. Esta venta plantea nuevos escenarios para la compañía. ¿Cómo impactará este cambio en la estructura y operación de la empresa?
La entrada de Integra Tec International no solo altera el panorama para los acreedores, sino que también invita a la reflexión sobre cómo una nueva gestión podría abordar los desafíos pendientes. La llegada de un nuevo operador puede revitalizar la estrategia de mercado, aunque el camino hacia la estabilidad financiera sigue siendo complejo. En un contexto en el que el endeudamiento grave y las pérdidas acumuladas son notables, será interesante observar cómo se reestructura y redefine la misión de la empresa.
El panorama financiero de Telefónica del Perú
En resumen, la situación de Telefónica del Perú es un claro reflejo de los desafíos que enfrenta el sector de las telecomunicaciones en la región. La empresa ha estado bajo presión debido a deudas significativas y un marco regulatorio restrictivo que ha entorpecido sus operaciones. Las pérdidas astronómicas y los problemas de gestión han llevado a la necesidad de una reestructuración profunda, que ahora comienza a tomar forma.
La incertidumbre que rodea esta transición mantiene en vilo a muchos actores del mercado. Los siguientes meses serán fundamentales para determinar si las decisiones y estrategias tomadas llevarán a una exitosa reestructuración o si, por el contrario, se abrirán nuevas crisis. A medida que el proceso concursal avanza, todos los ojos están puestos en cómo se desarrollará esta situación.
La historia de Telefónica del Perú no solo es un caso de estudio empresarial; es un espejo de los desafíos que enfrentan muchas empresas en tiempos de crisis. La gestión de estas situaciones podría ser clave para el futuro de las telecomunicaciones en el país, y muchas lecciones podrían extraerse del camino que decidan seguir. Así, la pregunta sobre qué pasará a continuación sigue flotando en el aire, invitando a todos a reflexionar sobre el futuro de una de las empresas más emblemáticas del sector.