La financiación sostenible en España ha mostrado un crecimiento notable, alcanzando los 65.700 millones de euros en 2024, lo que representa un aumento del 8% respecto al año anterior. Esta tendencia no solo es alentadora, sino que también refleja un desempeño superior al promedio internacional, según el último informe del Observatorio Español de la Financiación Sostenible (Ofiso).
Crecimiento en bonos verdes y sostenibles
Entrando en los detalles del informe, se destaca que los bonos verdes y sostenibles emitidos en España representaron un 37% del total en 2024, lo que equivale a unos 24.150 millones de euros, incrementándose en un 14% comparado con el año anterior. De este total, el 75% corresponde a bonos verdes, sumando 18.758 millones de euros. Además, dentro del 25% restante, se desglosan 1.755 millones para bonos sociales, 3.595 millones para bonos sostenibles y 43 millones para bonos ligados a la sostenibilidad.
Respecto a los préstamos y otros tipos de financiación sostenible, estos constituyeron el 55% del total y alcanzaron la cifra de 36.263 millones de euros, lo que marca una mejora del 9% respecto al dato de 2023. En un marco más amplio, se observa que casi uno de cada cinco euros del mercado español de renta fija, excluyendo la financiación del Tesoro Público, corresponde a alguna categoría sostenible. La cuota sostenible se ha estabilizado en el 18% del total de los bonos emitidos.
Impacto ambiental y emisiones de CO2
Un aspecto relevante a considerar es el impacto ambiental de estas financiaciones. El análisis muestra que el dióxido de carbono (CO2) evitado gracias a los bonos verdes emitidos en 2024 fue de 6,4 millones de TmCO2 equivalentes, lo que indica que estos bonos están cumpliendo un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático. Esto se traduce en más del 91% de los bonos verdes emitidos durante el año anterior, evidenciando la creciente relevancia de estas iniciativas.
Perspectivas de los emisores y el mercado
De vuelta al panorama español, el estudio indica que entidades como el Tesoro, Iberdrola, Telefónica y CaixaBank superaron los 2.800 millones de emisión cada una, agrupando más del 50% del total emitido en el país. En cuanto a las intermediaciones, HSBC lidera la carrera con una cuota del 10%, seguido por BBVA con el 9% y CaixaBank con el 7,8%. Este contexto revela la concentración del mercado en manos de unas pocas entidades, lo que plantea preguntas sobre la diversidad y la competencia en el sector de la financiación sostenible.
- Bonos verdes: 18.758 millones de euros
- Bonos sociales: 1.755 millones de euros
- Bonos sostenibles: 3.595 millones de euros
- Bonos ligados a la sostenibilidad: 43 millones de euros
Nuevas regulaciones y el futuro del sector
El desarrollo de la financiación sostenible también se encuentra ligado a las regulaciones que se implementen. Juan Carlos Villanueva, secretario general de Ofiso, ha enfatizado la necesidad de fórmulas regulatorias que actúen como incentivos en vez de obstáculos. Es vital que este impulso llegue a los mercados de capital y se extienda a instrumentos como las hipotecas verdes y la titulización verde.
Desde una perspectiva más amplia, Julián Romero, presidente de Ofiso, ha señalado que algunos de los incentivos existentes pueden verse amenazados por nuevos sistemas de liderazgo en varios países que están en contra de las políticas de cambio climático. No obstante, subrayó que Europa sigue siendo un referente en este ámbito, influyendo positivamente en el uso de su taxonomía y los requisitos de reporte en distintas economías. Este reconocimiento global podría ayudar a impulsar la agenda de sostenibilidad en diferentes territorios.
Bonos a vencer y expectativas de inversión
Un dato interesante que nos ofrece el informe es que el total de bonos sostenibles que vencerán en 2025 en España alcanzará los 9.769 millones de euros, de los cuales un 68% son bonos verdes. Este aspecto destaca el compromiso a largo plazo de las entidades en la financiación sostenible y su cada vez más amplia repercusión en la economía.
A medida que avanzamos en el tiempo, es evidente que la financiación sostenible no solo está en aumento, sino que también está comenzando a moldear la forma en que concebimos la economía y el medio ambiente. Las decisiones que tomamos hoy, tanto a nivel de inversión como de políticas gubernamentales, determinarán el éxito de estas iniciativas en el futuro. ¿Estamos listos para seguir explorando el potencial transformador de estas financiaciones en nuestra sociedad?