Kutxabank Investment ha delineado su enfoque a mediano plazo, priorizando inversiones defensivas en sectores que se perciben como más estables, como el consumo, las telecomunicaciones, las farmacéuticas y las ‘utilities’. Esta decisión se ha visto influenciada por la incertidumbre relacionada con la administración Trump y sus posibles repercusiones en el comercio internacional, así como por la dinámica económica en China.
Perspectivas económicas en EE.UU. y Europa
En términos de crecimiento, la entidad vasca prevé un panorama disímil entre las economías de Estados Unidos y Europa. En 2025, se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense crecerá un 2,3%, mientras que el de Europa se mantendrá alrededor del 1%. Esta diferencia sugiere las implicaciones de políticas económicas divergentes y distintos ritmos de recuperación tras la pandemia.
Por otro lado, los analistas de Kutxabank manifiestan su preocupación en torno a la inflación. A pesar de que prevén que las medidas arancelarias no detendrán significativamente el proceso de desinflación en marcha, consideran que el riesgo es mayor en Estados Unidos que en Europa. Esto se debe a la resiliencia que observan en la economía europea frente a las fluctuaciones internas del país norteamericano.
Enfoque en tipos de interés y mercados de bonos
En relación con las políticas monetarias, han alineado su perspectiva con el mercado, anticipando una tendencia a la baja en los tipos de interés. En este sentido, esperan que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) realice dos recortes en 2025, cada uno de un cuarto de punto, situando el interés en un rango del 4,0% – 3,75%. En Europa, las expectativas son incluso más optimistas, con pronósticos de seis recortes, llevando las tasas de referencia al 1,5%.
Esta previsión también se refleja en los mercados de bonos públicos. Se estima que el bono estadounidense a diez años se estabilice en torno al 4,5%, mientras que el ‘bund’ alemán del mismo período podría cotizar al 2,25%. Las decisiones tomadas en los próximos años tendrán un peso considerable en la dirección que tomarán estos mercados, especialmente ante la incertidumbre que puede generar una política exterior agresiva.
Oportunidades y retos en el mercado de valores europeo
En lo que respecta a la renta variable europea, Kutxabank identifica dos factores clave que podrían jugar a favor de la bolsa. La normalización de los tipos de interés y la transición hacia modelos energéticos más sostenibles, junto con la digitalización de diversos sectores, son vista como motor de crecimiento. Estos elementos, que aportan visibilidad a los beneficios de algunas empresas, se presentan como esperanzas en medio de un entorno incierto.
Sin embargo, no todo es optimismo. La bolsa europea actualmente refleja un pesimismo considerable respecto al consumo chino, que podría resultar en retos adicionales. Si se produjera un cambio positivo en esta tendencia, aunque lo consideran poco probable, esto podría actuar como un catalizador para un repunte en los mercados del Viejo Continente, impactando positivamente en las cotizaciones.
Ante esta perspectiva, la valoración ajustada de las compañías europeas, sumada a una proyección de crecimiento del 8% en los beneficios por acción (BPAs), invita a una visión cautelosa. El impacto de la volatilidad derivada de las decisiones políticas también influye en la confianza de los inversores, generando expectativas de revalorizaciones bursátiles más moderadas, que podrían situarse en un dígito medio para el año próximo.
La influencia de la situación geopolítica
A pesar de mantener su apetito por inversiones en tecnología e infraestructuras, Kutxabank ha decidido adoptar una postura neutral respecto al sector energético, cuyo futuro podría depender en gran medida de la capacidad de la administración Trump para hacer avanzar la resolución del conflicto en Ucrania. La incertidumbre geopolítica siempre añade una capa adicional de dificultad para los pronósticos económicos y financieros.
Además, han destacado su postura negativa hacia el sector automotriz y algunas empresas industriales, las cuales se ven impactadas por las valoraciones actuales frente a un contexto de transición energética. Esta combinación de factores sugiere que los inversores deben ser más cautelosos a la hora de seleccionar sus apuestas en estos sectores que han mostrado inestabilidad en los últimos meses.
Reflexiones sobre el futuro financiero
En definitiva, la estrategia de Kutxabank Investment se posiciona en medio de un entorno complejo y dinámico, donde los inversionistas necesitan estar atentos ante los cambios que se avecinan. La combinación de factores internos y externos, tales como la política monetaria, las tensiones comerciales y las condiciones económicas globales, requerirá un seguimiento constante. La adaptabilidad en la inversión será clave para navegar estas aguas inciertas y aprovechar al máximo las oportunidades que surjan.
Mientras avanzamos hacia 2025, la clave estará en comprender cómo se desarrollarán estos factores y en qué medida afectarán nuestras decisiones financieras presentes y futuras. ¿Estás preparado para enfrentar estos desafíos y encontrar oportunidades en este nuevo panorama económico?