El presidente de Prisa y fundador del fondo Amber Capital, Joseph Oughourlian, respalda la puja de Indra por la filial de blindados del grupo italiano Iveco y la posible fusión con Escribano Mechanical & Engineering (EM&E). Esta inclinación hacia el ámbito de la defensa se alinea con su convicción de que Indra debe centrarse en esa área y desprenderse de sus negocios no relacionados.
La necesidad de centrarse en la defensa
Oughourlian ha manifestado que Indra tiene que considerar la venta de todos los sectores que no estén vinculados al ámbito de la defensa. A su juicio, la empresa ha «perdido mucho tiempo» en desarrollos que no le aportan un valor significativo. En su opinión, hay una urgencia en que la compañía se replantee su estrategia.
“Llevo cuatro años defendiendo que deberíamos de meternos en defensa y que deberíamos de vender todos los negocios que no son defensa. Hemos hecho cosas raras y, sobre todo, lo más significativo es que hemos desaprovechado estos cuatro años,” destacó Oughourlian durante un encuentro con la prensa posterior a la junta general de accionistas de Prisa. Este deseo de reorientar a Indra refleja un enfoque pragmático ante el panorama competitivo actual.
Interés en dificultades y oportunidades
No es coincidencia que Indra ya haya iniciado un proceso formal para analizar las diferentes opciones para vender su filial de pagos, Minsait Payments, a finales de septiembre de 2024. Sin embargo, es importante señalar que la compañía no planea desprenderse de Minsait, su división tecnológica, que en 2024 fue responsable de un notable 62% de los ingresos del grupo.
Esto subraya una estrategia más amplia que busca inyectar liquidez mientras se refuerza su enfoque en la defensa. En este contexto, Oughourlian recalca que la fusión con Escribano sería una «muy buena noticia para la compañía». Apuesta por que esto no solo potenciaría a Indra, sino que también contribuiría a crear un «campeón nacional» en la industria de defensa.
El camino hacia la fusión
La posibilidad de fusionarse con Escribano no solo es vista como una buena noticia, sino que se considera crucial para que Indra se integre «de verdad» en el sector de defensa. “Sería un paso hacia adelante que los accionistas apreciarían,” añade Oughourlian, subrayando cómo otros países europeos, como Alemania, Francia y Reino Unido, han logrado consolidar su industria de defensa desde los años noventa, dejando a España rezagada.
“España se quedó muy atrasada y ahora está entrando en esto. Mejor tarde que nunca,” afirma. Según Oughourlian, con un presidente como Ángel Escribano al mando, que comprende el sector, la compañía tiene altas probabilidades de hacer las cosas bien. Este enfoque en la defensa es un tema recurrente entre los inversores, que ven este sector como un área con potencial significativo en el futuro.
Un enfoque en adquisiciones estratégicas
Oughourlian también ha expresado su respaldo a la idea de que Indra adquiera la filial de blindados del grupo italiano Iveco, conocida como Iveco Defense Vehicles. Para él, esta adquisición sería «una compra lógica» que tendría sentido industrialmente, ampliando así el horizonte de Indra en un mercado que, aunque competitivo, presenta oportunidades de crecimiento.
Indra ha presentado una oferta no vinculante por Iveco Defense Vehicles, un paso que, de concretarse, permitiría a la empresa española amplificar su presencia en el sector de vehículos blindados, que es fundamental para su futuro, algo que se refleja en la creación de su nueva filial, Indra Land Vehicles.
Competencia en el sector
Sin embargo, no todo será sencillo. La puja por Iveco implica enfrentarse a la ‘joint venture’ de blindados establecida por la italiana Leonardo y la alemana Rheinmetall, así como al fondo estadounidense Bain Capital y otra firma de inversión australiana. Esta competencia representa un desafío considerable para Indra, que deberá demostrar su capacidad para realizar una adquisición efectiva en un entorno tan competitivo.
Aun así, la ambición de Indra de expandirse en el sector de defensa parece más fuerte que nunca. A pesar de las dificultades, se han fijado metas ambiciosas, incluyendo la búsqueda de nuevas instalaciones. Por ejemplo, tras su intento fallido de adquirir la fábrica de General Dynamics en Asturias, Indra ha puesto su mirada en la planta de calderería pesada de Duro Felguera en Gijón, conocida como el ‘Tallerón’, donde tienen planes de producir vehículos blindados. Esta búsqueda de reconversión subraya una determinación por capitalizar el potencial del sector.
Reflexiones sobre el futuro del sector
El enfoque de Indra en el sector de defensa indica un deseo de reinventarse en una era donde la seguridad y la tecnología militar son cruciales. Con movimientos estratégicos de defensa y potenciales fusiones en el horizonte, la compañía está en un punto de inflexión que podría definir su trayectoria en los próximos años. Mientras tanto, la industria entera observa cómo Indra navega estos desafíos y oportunidades, reflexionando sobre el impacto que esto tendrá no solo en la empresa, sino en la economía nacional en su conjunto.