Los inversores han mostrado un notable aumento en su confianza hacia los mercados bursátiles europeos. Según una reciente encuesta, los gestores de fondos han redoblado su apuesta por el Viejo Continente. Esto ha sucedido en paralelo a un giro en el pesimismo sobre el crecimiento económico global, lo que podría causar un revuelo positivo en la región.
El estado de ánimo de los inversores
La encuesta revela que solo un 46% de los profesionales de la industria anticipa una ralentización de la economía mundial en los próximos 12 meses, una cifra que ha disminuido desde el 59% del mes anterior. Este cambio puede atribuirse a la disminución de las preocupaciones por amenazas arancelarias.
Un “aterrizaje suave” de la economía es ahora considerado el resultado más probable por un 66% de los gestores, lo que contrasta notablemente con la percepción de abril, cuando predominaba la narrativa de un aterrizaje brusco. Este cambio de perspectiva es un indicativo del optimismo que comienza a aflorar entre los inversores.
Bank of America destaca que la fortaleza del consumidor estadounidense se perfila como el principal motor del crecimiento económico global. Sin embargo, las políticas de la administración Trump siguen siendo vistas como un riesgo que podría afectar la actividad económica mundial. En este contexto, una guerra comercial que lleve a una recesión global es considerada la mayor amenaza por casi la mitad de los encuestados.
Expectativas sobre la renta variable en Europa
Un aspecto interesante de la encuesta es que un 34% de los gestores prevé un alza en la renta variable europea en los próximos meses. Esta cifra se mantiene prácticamente sin cambios con respecto al mes pasado, pero la proporción de quienes esperan un aumento en el plazo de un año ha alcanzado un notable 75%, volviendo a niveles máximos no vistos desde febrero.
En relación a las expectativas de beneficios, un 61% de los encuestados espera un aumento en el beneficio por acción (BPA) en Europa, una cifra que ha crecido significativamente desde el 38% de opiniones optimistas del mes anterior. Esto se traduce en que un 36% de los gestores se encuentra sobreponderado en renta variable europea, casi alcanzando los picos de hace cuatro años, mientras que el mismo porcentaje ha declarado estar infraponderado en valores estadounidenses.
El sentimiento optimista en el mercado también se apoya en la percepción de que un 43% de los gestores identifica como mayor riesgo en sus decisiones de inversión el reducir demasiado la exposición a la renta variable, lo que podría implicar perderse una posible subida adicional de las Bolsas.
Visión sectorial y geográfica
Al examinar más detenidamente los sectores, un 18% de los encuestados ha anticipado un potencial alcista para los valores cíclicos europeos, en contraposición a los defensivos. Este dato ha aumentado considerablemente desde el 3% registrado el mes pasado. La banca sigue siendo el sector más sobreponderado, con un 39% de los inversores afirmando estar más expuestos a este segmento, un notable incremento respecto al 28% del mes anterior. Le siguen servicios públicos y seguros, con un 25% y un 18%, respectivamente.
En el extremo opuesto, los sectores de automoción, productos químicos y comercio minorista son los que experimentan mayor infraponderación por parte de los gestores. Respecto a los países, Alemania se mantiene como la región más valorada por los inversores, mientras que Francia ha sido catalogada como la menos favorecida. Este sesgo se debe, en parte, al estímulo fiscal alemán, que ha contribuido a fortalecer el optimismo sobre el crecimiento en Europa.
Inflación y confianza del inversor
Por otro lado, los inversores muestran una perspectiva optimista acerca de la inflación en Europa. Un 29% de los gestores indican que hay margen para que esta disminuya en el próximo año, mientras que solo un 13% prevé que la inflación global aumente durante el mismo período. Este dato refleja una creciente confianza entre los inversores en la estabilidad económica del continente.
En términos de gestión de cartera, los encuestados han reportado una reducción en el nivel de efectivo, que ha bajado del 4,8% en abril al 4,2%. Esta disminución es un signo de mayor confianza para asignar recursos a activos de riesgo, lo que sugiere un ambiente en el que los inversores están dispuestos a asumir más riesgos en busca de mejores rendimientos.
La rotación hacia activos más dinámicos
La encuesta también ha revelado que, a nivel global, los inversores están infraponderando el dólar, alcanzando mínimos no vistos en dos décadas. Esto ha presentado una rotación hacia activos más dinámicos como bancos, industria y mercados emergentes. Este cambio de enfoque podría responder a la búsqueda de oportunidades más atractivas en un contexto mundial en evolución.
También es importante señalar la renovada preferencia hacia el oro, que sigue siendo considerado el activo refugio preferido por muchos inversores, superando a otros activos considerados tradicionales como las ‘Siete Magníficas’. Este detalle es revelador del clima económico actual, en el que los inversores buscan seguridad y estabilidad.
Así, el panorama global se vuelve cada vez más complejo. La rotación hacia mercados emergentes y la búsqueda de rentabilidad en renta variable europea sugieren un potencial de crecimiento que todavía necesita ser explorado por los inversores. Sin duda, el debate sobre la dirección que tomarán estos elementos en el futuro seguirá siendo un tema de interés en el mundo de las finanzas, invitando a reflexionar sobre las oportunidades y riesgos que se presentan en el horizonte económico.