Enagás y Calcinor han unido fuerzas en un ambicioso acuerdo de colaboración enfocado en la descarbonización y la gestión sostenible del CO2. Esta asociación tiene un potencial de reducción de emisiones de aproximadamente 900.000 toneladas al año, lo que representa un paso significativo en la lucha contra el cambio climático.
Desarrollo de tecnologías de captura y soluciones de transporte
En este marco, Calcinor se encargará de desarrollar las tecnologías necesarias para la captura de CO2. Por otro lado, Enagás se dedicará a investigar diversas soluciones para el transporte, licuefacción, almacenamiento y carga de CO2 en sus terminales de regasificación. Esto se realizará partiendo de las plantas de Calcinor, que se especializan en el desarrollo de minerales industriales, para asegurar un uso eficiente o, en su defecto, un almacenamiento permanente.
Ambas compañías también se comprometen a realizar análisis exhaustivos de viabilidad técnica, financiera y legal, lo que les permitirá diseñar la infraestructura adecuada para la cadena de valor del CO2. Esta colaboración no solo busca innovar en el sector, sino también garantizar que la implementación de estas tecnologías sea sostenible y financieramente viable.
La importancia de la financiación europea
Dentro de los términos del acuerdo, hay un enfoque especial en las oportunidades de financiación que brinda la Unión Europea. Enagás y Calcinor explorarán conjuntamente la posibilidad de participar en procesos de financiación como los Innovation Funds y los Proyectos de Interés Común (PCI). Esto podría ser fundamental para llevar a cabo los proyectos planteados, dado que la inversión inicial para desarrollar estas tecnologías de captura y gestión es considerable.
El director general de Desarrollo de Negocio y Sociedades Participadas de Enagás, Jesús Saldaña, resaltó que esta colaboración con Calcinor es un paso avanzado hacia la descarbonización de un sector complejo. La idea es no solo reducir emisiones, sino también establecer un modelo que sirva como referencia para futuras iniciativas metodológicas en el sector industrial.
Sinergias que marcan la diferencia
La colaboración entre Enagás y Calcinor puede considerarse un claro ejemplo de cómo las sinergias entre dos empresas con diferentes áreas de especialización pueden generar un impacto positivo en el ámbito de la sostenibilidad. Como bien dijo Saldaña, “estas dos compañías serán referentes en innovación y competitividad en la gestión sostenible de CO2”.
En este sentido, la descarbonización implica un enfoque global que abarque cada fase del proceso. Andoni Mendiola, director general de Desarrollo de Negocio y Comercial de Calcinor, enfatizó la importancia de esta alianza, afirmando que “avanzar con una visión conjunta y coordinada en el diseño de una cadena de valor completa es fundamental”. Esto no solo implica un compromiso con el medio ambiente, sino también una estrategia para mantener la competitividad en un mercado en constante evolución.
Interés creciente en la captura de CO2 en España
La captura y el transporte de CO2 han cobrado un interés notable en el panorama industrial español. En un reciente proceso de “call for interest” realizado por Enagás, se reveló que 37 empresas están interesadas en la captura de CO2, lo que podría resultar en una reducción global de 10,4 millones de toneladas al año. Además, se identificaron 53 empresas que buscan infraestructuras para el transporte y almacenamiento de este gas.
Este interés creciente pone de manifiesto la urgencia con la que se debe abordar el problema del CO2 y, en consecuencia, la necesidad de soluciones innovadoras y eficaces. Las oportunidades que surgen de esta cooperación pueden tener repercusiones significativas en la forma en que las empresas abordan su huella de carbono.
Una mirada hacia el futuro sostenible
Este acuerdo entre Enagás y Calcinor representa un paso hacia un futuro más sostenible y consciente del medio ambiente. A través de la innovación y la colaboración, ambas compañías están sembrando las bases para un modelo económico más respetuoso con el entorno, que no solo busca cumplir con los objetivos de descarbonización, sino también adaptarse a las demandas cambiantes del mercado global.
La estrategia de gestionar el CO2 de manera responsable no solo se trata de reducir la huella de carbono, sino de entender que cada acción cuenta en la lucha contra el cambio climático. Con iniciativas como esta, el sector industrial español puede convertirse en un referente en gestión ambiental, alentando a otras empresas a seguir su ejemplo y a explorar nuevas formas de contribuir al bienestar del planeta. En definitiva, este es solo el comienzo de un camino que promete ser transformador.