La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, compareció en rueda de prensa el pasado 24 de junio de 2025, después de la reunión del Consejo de Ministros en el Palacio de La Moncloa. En este encuentro, se abordó un tema crucial para el futuro energético del país: la producción de hidrógeno renovable.
Asignación de fondos para el hidrógeno renovable
El Consejo de Ministros ha aprobado una asignación de 377 millones de euros destinada al mecanismo de subastas como servicio (AaaS) para financiar la producción de hidrógeno renovable en España. Esta significativa suma, proveniente de los fondos NextGenEU, corresponde al Plan de Recuperación (PRTR) y será clave para impulsar proyectos que ya han sido preseleccionados.
Es importante mencionar que estos fondos estarán destinados a aquellos proyectos que quedaron fuera de las ayudas europeas, debido a la falta de presupuesto comunitario. En este sentido, la decisión del Gobierno prorrateará estas ayudas nacionales a las iniciativas que han sido seleccionadas en la segunda subasta general del Banco Europeo del Hidrógeno.
Estructura de las ayudas
Los incentivos que se ofrecerán se estructuran como subvenciones al hidrógeno que haya sido producido y certificado como cien por cien renovable. Esta certificación se mantendrá por un periodo máximo de 10 años desde el inicio de operaciones del proyecto, siempre y cuando se cumpla con el principio de no causar un daño significativo al medio ambiente en todas las fases del mismo.
Con la aprobación de este Real Decreto, se activará la primera convocatoria nacional de subastas como servicio. Esto fija de manera definitiva la cantidad con la que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) apoyará a iniciativas para producir hidrógeno verde en el territorio español, tras obtener el aval previo de la UE en mayo pasado.
Mecanismo AaaS y respaldo nacional
El mecanismo AaaS no solo abre una nueva vía para salvar proyectos seleccionados por la Comisión Europea, sino que también garantiza que las ayudas nacionales se otorguen mediante concesión directa. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) será el encargado de gestionar estas subvenciones, respetando el orden de puntuación establecido por la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente (CINEA).
Esta organización desempeñará un papel fundamental en el proceso, dado que actuará como el organismo gestor que supervisará la distribución y la ejecución de dichas ayudas. Esto proporciona una mayor transparencia y asegura que los recursos se utilicen adecuadamente para el desarrollo de proyectos que son esenciales para un futuro sostenible.
Una respuesta a la inmadurez del mercado
España se adhirió en noviembre pasado a este esquema del Fondo Europeo de Innovación y el Banco Europeo del Hidrógeno, con el objetivo de contar con un instrumento que financie el hidrógeno renovable producido en el país. Esto incluye ayudas fijas por kilogramo, con el fin de cerrar la brecha entre los costes de producción y los precios del hidrógeno renovable en un mercado que, por el momento, aún se considera inmaduro a escala continental.
La producción de hidrógeno renovable es crucial en la lucha contra el cambio climático, especialmente en el contexto actual en el que se busca una transición energética. Por lo tanto, estas iniciativas no son solo beneficiosas para la economía, sino también para el medio ambiente, contribuyendo a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Proyectos preseleccionados y su impacto
Los proyectos que recibirán este apoyo ya han pasado por un proceso de selección riguroso, garantizando que solo las iniciativas más viables y sostenibles recibirán este impulso económico. Los fondos se utilizarán para fomentar tecnologías que tienen el potencial de transformar la manera en que producimos y consumimos energía.
Además, es fundamental que estos proyectos no solo generen hidrógeno, sino que también se implementen prácticas que respeten el medio ambiente en su conjunto. Esto incluye la gestión adecuada de los recursos y una planificación que considere el impacto a largo plazo.
La producción de hidrógeno, en este sentido, puede convertirse en un pilar fundamental para alcanzar los objetivos medioambientales establecidos para 2030 y más allá. Antes de que esta asignación se convierta en realidad palpable, los expertos sugieren que será esencial realizar un seguimiento riguroso para evaluar el impacto de estas ayudas a medida que se implementen los distintos proyectos.
Al final, la decisión del Gobierno de financiar la producción de hidrógeno renovable no solo simboliza un compromiso con la sostenibilidad, sino que también abre la puerta a nuevos horizontes para la economía y la innovación en España. Sin embargo, el verdadero reto será asegurar que estas iniciativas se traduzcan en un impacto real y positivo, tanto en el ámbito económico como en la protección del medio ambiente. La evolución futura de esta industria será crucial para el desarrollo sostenible del país.