La aseguradora DKV ha comunicado su decisión de renunciar a participar en el nuevo concierto de Muface, una acción que se suma a la de Adeslas. ¿La razón detrás de esta contundente decisión? En el último año, DKV ha enfrentado pérdidas antes de impuestos que superan los 70 millones de euros. Este escenario financiero complicado ha llevado a la empresa a replantearse su participación en el próximo acuerdo.
La sostenibilidad del modelo en duda
Además de las pérdidas ya mencionadas, DKV ha alertado en un comunicado que, conforme a la normativa contable IFRS17, las pérdidas que se derivarían del nuevo contrato serían de entre 70 y 100 millones si decidieran continuar. En este contexto, la compañía ha sido clara al afirmar que «el modelo está infrafinanciado», señalando que el gasto en prestaciones médicas en el último concierto ha superado con creces la prima recibida.
En términos concretos, las cifras hablan por sí solas: en la última década, el gasto sanitario per cápita en comunidades autónomas y mutuas colaboradoras ha crecido un 60,6%. Sin embargo, la prima ponderada de Muface apenas ha aumentado un 31,6%. Esto significa que el incremento de gastos está muy por encima de lo que se está aportando a través de las primas, lo que genera un desequilibrio en el sistema.
El consejero delegado de DKV, Fernando Campos, ha comentado que la empresa «no puede permitirse continuar con estas condiciones», ya que esto podría llevar a un deterioro en la atención a los mutualistas y a una retribución insuficiente de los profesionales sanitarios. Estas preocupaciones resaltan la importancia de encontrar un modelo que sea justo y equitativo para todos los actores involucrados.
Desafíos en la colaboración público-privada
DKV se ha manifestado como un «firme defensor del modelo de colaboración público-privada», subrayando que ha trabajado arduamente en el último año para lograr una reforma que garantice la sostenibilidad del sistema. Sin embargo, la aseguradora critica que la propuesta para el nuevo concierto no se ajusta a las necesidades resaltadas por la empresa. Entre estas necesidades se encuentran un convenio de un año, un incremento de la prima del 40% y la vinculación del modelo con el aumento del gasto sanitario público.
Esto pone de relieve un importante reto para el sistema sanitario: la necesidad de encontrar un equilibrio entre los ingresos y los gastos. Con un aumento constante en los costos de atención médica, es fundamental que las reformas se alineen con la realidad económica actual, para asegurar que tanto las aseguradoras como los profesionales puedan operar de manera sostenible.
Plazos de cambio y cobertura a mutualistas
En cuanto a la gestión de la situación actual, DKV ha facilitado información sobre los plazos de cambio para los mutualistas. Desde el 1 hasta el 31 de enero, los afectados podrán solicitar el cambio a los servicios públicos de salud de las comunidades autónomas e Ingesa en Ceuta y Melilla, en cumplimiento del convenio vigente.
Además, una vez que el nuevo concierto entre en vigor, se abrirá una segunda fase para el cambio, permitiendo a los mutualistas mover su atención desde el servicio de salud autonómico a alguna entidad concertada, o entre las entidades que sean adjudicatarias del servicio. En cualquier caso, DKV ha asegurado que, en cumplimiento de la orden de continuidad dictada por Muface, seguirá ofreciendo cobertura a los mutualistas en las mismas condiciones actuales.
Con este panorama, queda claro que DKV y otras aseguradoras enfrentan grandes desafíos en el ámbito de la sostenibilidad del sistema público y privado de salud. Es fundamental que se encuentren soluciones que no solo beneficien a las compañías sino, sobre todo, a la calidad del servicio que se ofrece a los usuarios. La constante evolución de las circunstancias económicas posiciona esta conversación como crítica para el futuro del sistema. Un debate necesario que es esencial seguir explorando, ya que afecta directamente a la salud pública y al bienestar de la población.