El presidente de Deutsche Bank España, Antonio Rodríguez-Pina, ha puesto de relieve la importancia de las fusiones en el sector bancario español, destacando que estas han permitido importantes ahorros de costes y la creación de grandes entidades. Sin embargo, advirtió que el mercado español «ya ha llegado muy lejos» en su proceso de concentración bancaria. Esta reflexión se realizó en el VI Foro Internacional de Expansión, donde compartió espacio con figuras destacadas como Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), y Luis Isasi, presidente de Santander España.
Fusiones y ahorros de costes
Rodríguez-Pina argumenta que la media de ahorro de costes en las fusiones realizadas en los últimos 20 años en España es del 44% de la base de costes de las entidades adquiridas, lo que demuestra la efectividad de estas operaciones. En comparación, Italia y Alemania reportan ahorros mucho menores, de 20% y 19%, respectivamente. Esto nos lleva a pensar: ¿qué hace que el entorno español sea tan único en su capacidad para generar valor a través de fusiones?
El directivo menciona que casi todas las fusiones en España «generan mucho valor para los accionistas» mediante la reducción de costes y la conservación de un nivel de negocio similar. Esta tendencia se traduce no solo en la mejora del valor del accionista, sino también en la salud financiera de los bancos españoles, que, según Rodríguez-Pina, están «particularmente bien capitalizados» y son «especialmente rentables».
La búsqueda de grandes entidades europeas
No obstante, el directivo subraya la importancia de buscar una mayor concentración en el ámbito bancario europeo. «Creo que sería deseable que hubiera grandes bancos europeos,» afirma. Esta perspectiva fue respaldada por otros participantes en el foro, quienes abogaron por la creación de gigantes financieros que puedan financiar grandes proyectos en un entorno marcado por la incertidumbre geopolítica y comercial.
Boned, presidenta de BNP Paribas España, añadió que una fusión transfronteriza en Europa podría generar un ahorro de costes de entre el 15% y 20% en un plazo de tres años. Comparativamente, en Estados Unidos, el ahorro podría oscilar entre el 40% y 50% en apenas seis meses, lo que pone de manifiesto las dificultades que atraviesan las fusiones en el Viejo Continente.
Retos para la creación de campeones europeos
A lo largo del debate, se mencionaron distintos retos para la creación de estos gigantes bancarios. Alejandra Kindelán señaló la necesidad de «armonizar» la regulación dentro de la Unión Europea y completar la unión bancaria. Este último aspecto, que incluye la creación de un fondo de garantía de depósitos único, es fundamental para establecer un verdadero mercado bancario europeo. La regulación de protección al consumidor, que actualmente sigue siendo nacional, añade un costo a los bancos que se debería abordar.
En este sentido, Luis Isasi también destacó que, además de la unión bancaria, se requieren «los pilares necesarios» para que las operaciones transfronterizas funcionen eficazmente. Se habló de la necesidad de una unión fiscal y una mayor integración de capitales, elementos que pueden ser claves para aumentar la competitividad en el sector.
La importancia de la eficiencia y la inversión
Isasi hizo hincapié en la importancia de la eficiencia, especialmente a través del plan ‘One Transformation’ de Santander. Este plan, que implica una inversión de aproximadamente 7.000 millones de euros en tecnología, busca mejorar la competitividad en un mercado cada vez más exigente.
Además, el responsable de BlackRock Iberia sugirió que es crucial impulsar la financiación no bancaria en Europa. Explicó que se debe fomentar un «círculo virtuoso» en los mercados de capitales que permita a los inversores, tanto institucionales como individuales, acceder a las oportunidades de inversión, lo que podría generar empleo y desarrollo económico.
El desafío del acceso a los mercados financieros
A pesar de las oportunidades, el «círculo virtuoso» todavía enfrenta desafíos significativos. El directivo de BlackRock apuntó que existe una brecha notable entre Europa y Estados Unidos en términos de acceso a los mercados financieros. Mientras que el 34% de los individuos europeos invierte o tiene acceso a estos mercados, en Estados Unidos esa cifra supera el 65%. Es evidente que queda un largo camino por recorrer.
Las reflexiones sobre la concentración bancaria, la necesidad de crear grandes entidades y la importancia de mejorar el acceso a los mercados financieros son elementos que nos llevan a cuestionar cómo podemos avanzar hacia un sistema financiero más robusto en Europa. La evolución de estas dinámicas no solo afectará al sector bancario, sino también a la economía en general, marcando el rumbo de futuros proyectos e inversiones.