China ha reaccionado con firmeza ante la decisión de la Unión Europea (UE) de vetar, a partir de julio, a los fabricantes chinos en las licitaciones de contratos públicos superiores a 5 millones de euros en el sector de dispositivos médicos. Este paso se considera una represalia por las barreras que las empresas europeas enfrentan en el mercado chino, y ha sido motivo de duras críticas por parte de Pekín, que ve esta medida como más que un simple desacuerdo comercial.
Advertencia de China sobre medidas de protección
Durante una rueda de prensa, un portavoz del Ministerio de Comercio de China expresó que el país está preparado para «salvaguardar firmemente los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas». Este comentario subraya la postura de Pekín, que no solo se siente agraviado por el veto, sino también por lo que percibe como un ignorar las interacciones positivas y sinceras que ha intentado establecer con Europa.
Además, el funcionario añadió que la UE ha actuado de manera unilateral, creando «nuevas barreras proteccionistas». La insatisfacción en Pekín se manifiesta en un llamado a los Veintisiete para que corrijan sus «prácticas incorrectas» de inmediato.
Detalles del veto de la UE
El veto que la UE implementará afecta a todas las empresas chinas que buscan participar en licitaciones públicas en el área de dispositivos médicos, pero también plantea un reto considerable al sistema de salud europeo. Según la normativa, se activará un mecanismo que busca equilibrar las relaciones comerciales, dado que se ha considerado que las barreras en China son demasiado restrictivas para las empresas europeas.
El bloque europeo ha argumentado que esta decisión es «proporcional» a la situación actual y tiene como objetivo disuadir a Pekín de continuar con prácticas discriminativas en el comercio internacional. A pesar de la severidad de esta medida, se han contemplado excepciones que permitirán la participación de empresas chinas en situaciones donde no haya proveedores alternativos capaces de satisfacer las necesidades del sistema de salud de la UE.
Instrumento europeo de contratación pública internacional
La decisión de Bruselas se enmarca dentro del Instrumento europeo de Contratación Pública Internacional (IPI), diseñado para establecer un enfoque más equilibrado en las relaciones comerciales. Este instrumento prevé dos posibles respuestas a la situación actual: la primera es un ajuste en la puntuación de las ofertas de los operadores chinos, y la segunda opción, elegida finalmente por Bruselas, es la exclusión completa en licitaciones que superen los 5 millones de euros.
Además, es importante resaltar que, para poder ganar estos contratos, las empresas adjudicatarias no podrán haber obtenido más del 50% de sus dispositivos en China, lo que representa un cambio significativo en las dinámicas comerciales tanto para empresas chinas como europeas. Así, se busca incentivar una mayor diversidad en el suministro.
Estudio previo por parte de la Comisión Europea
A principios de año, Bruselas ya había indicado que estaba considerando medidas para contrarrestar las prácticas «injustas» que enfrentan las empresas europeas en China. El clima de descontento surgió tras varios meses de investigación, en los cuales se concluyó que el acceso al mercado chino es sumamente limitado para los europeos. Según datos recabados, un alarmante 87% de las licitaciones públicas en el sector están sometidas a restricciones que afectan directamente a las empresas de la UE.
El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, subrayó la voluntad de Bruselas de mantener «relaciones comerciales abiertas y justas» con China. Sin embargo, enfatizó que este deseo se basa en la reciprocidad, algo que hasta ahora ha sido difícil de establecer.
Impacto en la industria y reflexión futura
El impacto que esta decisión traerá consigo podría ser profundo tanto para el sector médico europeo como para las relaciones diplomáticas entre ambas potencias. Las medidas de la UE no solo afectan a los fabricantes chinos, sino que también elevan el debate sobre las políticas comerciales en un contexto global cada vez más tenso. Además, la exclusión de empresas chinas podría significar un aumento en los costos y la duración de los procesos de adquisición para el sistema de salud europeo.
Es un momento crucial, donde las decisiones políticas y económicas se entrelazan con la realidad del mercado. Mientras tanto, muchos se preguntan cuáles serán las siguientes jugadas en este tablero internacional. La búsqueda de un equilibrio entre protección y apertura comercial continúa planteando desafíos y oportunidades que, en definitiva, definirán el futuro del comercio global.