El fondo de fondos de Cardumen Capital y Portocolom, con categoría de artículo 9 según el Reglamento sobre Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR), ha recibido hasta ahora 35 millones de euros y ha realizado seis inversiones en diferentes fondos por un monto total de 14 millones. Este ambicioso enfoque en sostenibilidad marca un hito en el ámbito de inversiones.
Un objetivo claro y transformador
El vehículo, denominado Impulso Global, no solo busca rentabilidad, sino que también tiene la misión de abordar los desafíos clave en salud, educación, mitigación y adaptación al cambio climático. Según un informe presentado por las entidades involucradas, el cierre final de este fondo está previsto para octubre, lo que le permitirá estructurarse para maximizar su impacto social.
El enfoque del fondo es bastante definido: combinar rentabilidad proveniente de mercados privados con un impacto social real y medible. Esto implica que planea invertir en entre 12 y 15 fondos de aquí a fin de año, con la expectativa de alcanzar a más de 200 compañías que promuevan la dignidad humana, protejan el planeta y fomenten el desarrollo equitativo.
Estrategia centrada en la innovación
Por el momento, la cartera del fondo se centra principalmente en venture capital, acumulando más del 70% de su inversión en este sector. Geográficamente, se está enfocando en Estados Unidos y España, que representan un 76% de su cartera. Esto no solo refleja una estrategia bien pensada, sino que también demuestra la intención de generar impacto a nivel global.
Inversiones destacadas por valor de 14 millones de euros
Como fondo de fondos, Impulso Global ha realizado diversas inversiones, de las cuales algunas destacadas incluyen cinco millones de euros en la estrategia Columbus Life Sciences Fondo IV. Este fondo se centra en apoyar avances en biotecnología y terapias médicas innovadoras, enfocándose en mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades complejas.
Asimismo, dos millones de euros se han destinado a Ecosystem Integrity Fondo IV, un fondo que financia empresas líderes en la transición hacia modelos más sostenibles y de regeneración ambiental. Adicionalmente, otros dos millones se han invertido en Q-Impact Fondo II, que se dedica a apoyar empresas con un impacto social y ambiental positivo en España, priorizando el empleo inclusivo y soluciones a problemas sociales estructurales.
Educación y sostenibilidad como pilares
La inversión de tres millones de euros en Learn Capital Fondo V busca ampliar el acceso y la calidad en la educación a través de la tecnología, beneficiando a estudiantes y profesores especialmente en comunidades desatendidas. Por otro lado, los dos millones de euros dirigidos a ILEX Renovables Fondo II tienen la intención de impulsar infraestructuras renovables, facilitando un acceso más amplio a energía sostenible.
Con una visión a futuro, el vehículo tiene la intención de centrar sus próximas inversiones en lo que resta de este año en fondos que atiendan a mujeres y minorías, además de explorar mercados emergentes y nuevas temáticas de impacto como el acceso al agua y la movilidad sostenible. Esto incluye una atención particular hacia la vivienda social en regiones como España y Reino Unido, demostrando un compromiso con los desafíos contemporáneos y la equidad.
Mirando hacia el futuro
Es notable observar cómo este fondo se compromete a redirigir las inversiones hacia áreas que prometen un retorno no solo financiero, sino también social. Mientras el fondo sigue buscando oportunidades, su éxito dependerá de cómo pueda combinar la inversión en sectores innovadores con la misión de generar un impacto positivo en la sociedad.
Este enfoque integrado no solo es inspirador, sino que también plantea un interesante desafío: ¿pueden las inversiones realmente marcar la diferencia en problemas que afectan a miles de personas a diario? La respuesta podría estar más cerca de lo que pensamos, en un marco donde sostenibilidad y rentabilidad caminen de la mano, a medida que la economía global avance hacia un futuro más consciente y responsable.
Reflexionar sobre el papel de la inversión en el cambio social invita a seguir explorando cómo los fondos como Impulso Global pueden ser catalizadores de una transformación más amplia. A medida que continuamos evaluando el impacto de estas decisiones, es evidente que el camino hacia un futuro más equitativo y sostenible está cada vez más relacionado con nuestras elecciones de inversión.