BBVA ha dado un paso significativo en su compromiso con la formación de jóvenes talentos al recibir el sello ‘Empresa impulsora del talento joven’. Este reconocimiento, instaurado por la Fundación Universidad-Empresa (FUE), resalta el esfuerzo de la entidad en crear un modelo de formación que no solo es sólido, sino que también se alinea con las mejores prácticas de calidad para estudiantes en prácticas.
Características del sello
Este sello cuenta con validez anual y exige a las empresas superar una auditoría detallada. La evaluación abarca varios aspectos fundamentales: desde el diseño de la plaza de prácticas hasta el proceso de selección y el onboarding de los estudiantes. Además, se considera la tutorización y el seguimiento que se ofrece, así como la formación adicional disponible. Tras una auditoría inicial, se llevarán a cabo auditorías de seguimiento para asegurar que las empresas mantengan los estándares requeridos a lo largo del tiempo.
Los ejes de la certificación
El sello se fundamenta en tres ejes importantes que todo aspirante debe cumplir para ser galardonado. Primero, se busca garantizar una calidad de aprendizaje superior para los jóvenes que ingresan a las prácticas. Segundo, se establece la necesidad de ser referentes en la formación y en la promoción de las condiciones necesarias para cumplir con la normativa sobre prácticas. Y finalmente, se orienta a los centros de formación respecto a la calidad del aprendizaje práctico. Todo esto contribuyendo a un entorno educativo que favorezca a los futuros profesionales.
Compromiso con el desarrollo profesional
Carmen Palomino, directora de la FUE, ha resaltado que esta certificación es un paso crucial en su misión de hacer visibles a las empresas que realmente apuestan por el desarrollo profesional de los jóvenes. Con este tipo de iniciativas, se busca incentivar a otras compañías a seguir el mismo camino, promoviendo un entorno donde el talento joven pueda florecer.
Este reconocimiento no solo es un distintivo, sino que también representa un compromiso genuino hacia la formación integral. En un mercado laboral cada vez más competitivo, es vital que las empresas se alineen con mejores prácticas que realmente beneficien a sus futuros empleados.
Desafíos del entorno laboral actual
Mónica Villar García, del equipo de Adquisición de Talento de BBVA, ha expuesto que uno de los principales retos a los que se enfrentan las empresas hoy en día es la velocidad del cambio. Para adaptarse, BBVA está apostando por una hiper-personalización del desarrollo de sus profesionales. Esto significa que la entidad se centra en crear planes de carrera ajustados a las necesidades individuales de sus empleados, fomentando así el aprendizaje continuo y el desarrollo profesional.
En este contexto, la formación no debe entenderse como un mero requisito. Veámoslo más bien como un recurso estratégico que permite a las empresas ser más flexibles y adaptativas. La inversión en el talento joven no solo beneficia a los individuos, sino que también asegura que las organizaciones se mantengan competitivas en un entorno dinámico.
El impacto en la formación práctica
Implementar un sistema de formación robusto tiene un impacto directo en la calidad de los futuros profesionales. El sello ‘Empresa impulsora del talento joven’ no es solo un reconocimiento; es una señal clara de que las empresas deben prestar atención a cómo forman a sus empleados. Esto puede traducirse en una menor rotación de personal, mayor satisfacción laboral y, en última instancia, un mejor rendimiento empresarial.
Además, esta iniciativa impulsa a los centros de formación a mantener altos estándares en la calidad del aprendizaje práctico. En un mundo donde la teoria a menudo se desconecta de la práctica, este enfoque busca cerrar esa brecha de manera efectiva.
En resumen, ¿qué significa realmente recibir un sello como este? Habla de una responsabilidad social y profesional por parte de las empresas, que buscan no solo cumplir con obligaciones legales, sino también enriquecer la experiencia formativa de los jóvenes. En un futuro incierto, donde la única constante es el cambio, tal compromiso con el talento puede marcar la diferencia entre una empresa que simplemente sobrevive y una que realmente prospera.
Invitamos a la audiencia a considerar cómo estas iniciativas pueden influir en el desarrollo de carreras en constante evolución y a reflexionar sobre el papel que cada uno de nosotros puede desempeñar en esta transformación del mundo laboral.