En el tercer trimestre de 2024, los resultados del sector bancario en España han mostrado una clara mejoría en varios indicadores clave. En un entorno económico desafiante, la banca ha logrado fortalecer su posición de capital y mejorar su rentabilidad, a la vez que se ha observado una ligera reducción en la morosidad. Este avance es fundamental, considerando la importancia de la estabilidad económica en la recuperación post-pandemia.
Mejoras en las ratios de capital
En términos de ratios de capital, la ratio de capital CET1 agregada de las entidades de crédito que operan en España alcanzó el 13,34% en el tercer trimestre, un avance respecto al 13,07% registrado en el mismo periodo del año anterior. Esta cifra refleja no solo un crecimiento interanual, sino también una mejora de cinco puntos básicos en comparación con el trimestre anterior. Sin duda, este aumento en la solidez del capital es un indicativo de la confianza restaurada en el sector.
Por otro lado, la ratio de capital total se situó en 17,46%, derivada del 17,18% de las entidades más grandes y del 22,44% de las instituciones más pequeñas. Esta diversificación en los tipos de entidades también señala una robustez en el sistema financiero español, que puede hacer frente a eventuales adversidades económicas.
Rentabilidad en crecimiento
La rentabilidad del sector bancario también ha dado señales positivas, con un retorno sobre el capital tangible (RoTE) del 14,09%. Este propietario también ha mejorado desde el 12,29% registrado un año antes y representa un aumento de 28 puntos básicos con respecto al segundo trimestre. Este crecimiento en la rentabilidad es crucial, ya que refleja la capacidad de las entidades para generar beneficios a partir de su capital invertido, lo que, a su vez, puede contribuir al crecimiento económico general.
Es importante resaltar que un RoTE sólido no solo beneficia a los accionistas, sino que también permite a los bancos fortalecer su capacidad de crédito y, por ende, apoyar a empresas y particulares en sus necesidades financieras, estimulando el consumo y la inversión.
Desempeño de la morosidad
Respecto a la morosidad, el ratio de préstamos de dudoso recobro (NPL) se estableció en 3,05% al cierre de este tercer trimestre. Aunque esta cifra es un ligero aumento de dos puntos básicos respecto al trimestre anterior, es un alivio ver que se compara favorablemente al 3,15% registrado en el tercer trimestre de 2023. La reducción de la morosidad es un signo alentador de que los hogares y las empresas están manejando mejor sus deudas en un clima económico incierto.
Sin embargo, la gestión efectiva de los riesgos crediticios sigue siendo un aspecto fundamental para las entidades, ya que una tasa alta de morosidad puede afectar la rentabilidad y la estabilidad financiera a largo plazo. En este contexto, es crucial que los bancos implementen políticas prudentes de concesión de créditos y auxiliares para minimizar estos riesgos.
Otras métricas clave en aumento
Adicionalmente, la ratio de apalancamiento ha aumentado hasta 5,62% en el tercer trimestre de 2024, un incremento de nueve puntos básicos en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este aumento sugiere que las entidades bancarias están aprovechando mejor su capital para financiar sus activos.
Por otro lado, la ratio de cobertura de liquidez también mostró resultados favorables, alcanzando un impresionante 181,36%, muy por encima del mínimo regulatorio del 100%. Esto indica que los bancos tienen suficiente liquidez para hacer frente a sus obligaciones, lo que es esencial para mantener la confianza en el sistema financiero.
Coste del riesgo y crédito-depósitos
El coste del riesgo se situó en 0,87% durante este tercer trimestre, una cifra que representa una mejora frente al 0,90% del trimestre anterior y del 1% registrado un año antes. Este descenso es un claro indicio de que los bancos están gestionando eficazmente sus carteras de préstamos y de que los clientes están en condiciones más sólidas para cumplir con sus obligaciones.
Finalmente, la ratio crédito-depósitos se ha reducido ligeramente, alcanzando un 96,52% en el tercer trimestre de 2024, en comparación con el 97,29% del trimestre anterior. Un ratio de crédito-depósitos más bajo puede reflejar una mejora en la captación de depósitos y una gestión más conservadora del crédito.
En este contexto, resulta evidente que el sector bancario español está mostrando signos de recuperación y mejora. Con indicadores clave como la rentabilidad y los ratios de capital en crecimiento, los bancos pueden enfrentar el futuro con una base más sólida. Sin embargo, la gestión de la morosidad y la efectividad en la concesión de créditos seguirán siendo prioridades esenciales. Con el horizonte de la economía global en constante cambio, es vital seguir de cerca estos indicadores y entender cómo podrían influir en el desarrollo económico a largo plazo en España.