Abanca ha tomado la decisión de cerrar su sucursal en Portugal, un movimiento que formará parte de su estrategia de reorganización para integrar completamente su negocio luso dentro de Eurobic, el banco que adquirió en 2024 y del cual es propietaria al 100%. Este cambio pretende optimizar la operativa en el país vecino, lo que ha generado una mezcla de curiosidad y preocupación.
Plan de reestructuración por la integración
Con la finalidad de racionalizar su presencia en el mercado portugués, Abanca planea segregar activos y pasivos de la sucursal portuguesa para que sean gestionados por Eurobic. Sin embargo, ciertas participaciones, como las de Laborvantage y Sogevinus, seguirán bajo la supervisión de la matriz. Este movimiento busca simplificar la estructura del grupo y alinear sus operaciones, lo que permitirá a Eurobic ejercer su actividad con una licencia bancaria propia, eliminando la necesidad de operar bajo el ‘pasaporte comunitario’ que utilizaban hasta ahora.
Esta reestructuración ha sido impulsada en parte por un modelo que se ha alimentado de crecimientos tanto orgánicos como inorgánicos a lo largo del tiempo. El grupo ha tenido que amoldarse a las condiciones del mercado y a los cambios en su composición, lo que ha implicado ajustes para evitar duplicidades. El objetivo ahora es consolidar en una sola entidad todo el negocio que Abanca tiene en Portugal.
Aprobación del proyecto y contexto financiero
El proyecto de segregación fue aprobado entre el 18 y el 21 de noviembre en Madrid y Lisboa y está previsto que sea validado por una junta extraordinaria de accionistas el 27 de enero. Al cierre de 2023, más del 80% del capital de Abanca está en manos de su presidente, Juan Carlos Escotet, y su family office. Esta concentración de poder podría dar lugar a decisiones estratégicas en el futuro que beneficien aún más a la entidad.
La reestructuración interna también responde a un deseo de la entidad de reducir costos relacionados con la gestión, incluyendo gastos administrativos y mercantiles. Con este enfoque, Abanca plantea que el mantenimiento de estructuras duplicadas no es sostenible económicamente, lo que podría limitar la eficiencia y optimización de la gestión.
Impacto en empleados y condiciones laborales
La reorganización supone cambios en el estado laboral de muchos empleados. Sin embargo, Eurobic asumirá los derechos y obligaciones de la sucursal de Abanca en Portugal en términos de contratos laborales. Esto significa que la transmisión de derechos se mantendrá, sin alterar aspectos importantes como salario, antigüedad y beneficios sociales. Estas garantías son un alivio para los trabajadores que temen que los cambios organizativos puedan acarrear consecuencias negativas en sus condiciones de trabajo.
El plan también menciona que se tomarán medidas necesarias para cerrar formalmente la sucursal. Sin embargo, aunque la integración de los equipos puede incluir ajustes organizativos y logísticos, hasta la fecha del proyecto no se han definido decisiones concretas sobre despidos.
Una estrategia para la rentabilidad y sinergias
Esta nueva estructura busca generar sinergias que favorezcan la eficiencia y rentabilidad del grupo. Al centralizar operaciones en una única entidad, se pretende optimizar la gestión de recursos, tanto humanos como financieros. Por ejemplo, la eliminación de costos asociados a duplicidades en funciones legales y contables podría representar un ahorro significativo.
Eurobic, como entidad resultante de esta operación, planea realizar un análisis exhaustivo de la plantilla para asegurar una integración armoniosa y eficaz entre los empleados actuales y los que provendrán de Abanca. Así, la entidad espera alinear los procesos operativos, lo que facilitará una administración más zonificada y eficiente.
Una mirada al futuro del negocio en Portugal
A lo largo de los años, Abanca ha expandido su presencia en Portugal, comenzando con la compra del negocio portugués de Deutsche Bank en 2018, lo que le permitió establecer cerca de 40 oficinas en el país. Sin embargo, la reciente adquisición de Eurobic representa un cambio de paradigma en su enfoque operativo. Este nuevo enfoque no solo dará como resultado el cierre de sucursales, sino que también culminará en una redefinición de su modelo de negocio en el país, donde ahora se concentran recursos y capacidades en una sola entidad.
Sobre estas bases, Abanca ha articulado un movimiento que, si bien presenta desafíos y cambios significativos para los empleados y la operación, también tiene como objetivo impulsar una estrategia más robusta y preparada para el futuro. Tras esta integración, es probable que se busque no solo la eficiencia operativa, sino también un mejor posicionamiento en el competitivo mercado bancario portugués.
Reflexionar sobre estos cambios nos lleva a considerar cómo las instituciones financieras se adaptan a las realidades económicas y cómo estas decisiones impactan tanto en el personal como en el entorno empresarial. La evolución de las estrategias bancarias en Europa es un campo en constante transformación que merece ser observado con atención.