Los tiempos están cambiando en el sector inmobiliario español, y las expectativas para el futuro son bastante prometedoras. Según las previsiones, el año 2025 se presentará como un “gran boom inmobiliario”, impulsado por un recorte en los tipos de interés, un aumento en la compraventa de viviendas y unos importes más altos en las transacciones. Sin embargo, es importante aclarar que este crecimiento se produce sin que se prevea la aparición de otra burbuja en el mercado.
Expectativas de crecimiento hipotecario
Las proyecciones indican que el número de hipotecas concedidas podría aumentar en torno al 25% para 2025. Este crecimiento viene acompañado de un notable incremento del crédito, que podría subir un 35%. Este auge en la actividad hipotecaria no es un fenómeno aislado, ya que en 2024 se espera que el aumento de hipotecas otorgadas alcance el 19%, según los análisis realizados.
El crecimiento de la actividad hipotecaria no solo se traduce en una mayor cantidad de hipotecas, sino también en un mercado más atractivo para los compradores. Con los tipos de interés más bajos, muchos potenciales compradores podrán acceder a condiciones más favorables. Sin embargo, no todo se reduce a la economía: la evolución del mercado, la oferta y la demanda, jugarán un rol fundamental en esta dinámica.
Un cambio en los tipos de hipoteca
En términos de modalidades, el tipo fijo se ha posicionado como la opción preferida por aquellos que buscan financiación. Tanto los prestatarios como las entidades bancarias están adoptando esta modalidad, lo cual resalta un cambio en la gestión de riesgos y una mayor estabilidad financiera. Los números hablan por sí mismos: en el cuarto trimestre, las hipotecas a tipo fijo se establecieron en un 2,48%, mientras que las mixtas alcanzaron un 2,09% para el tramo fijo y un 0,79% sobre el Euríbor para el tramo variable.
Curiosamente, las hipotecas variables se han vuelto menos comunes. En el último trimestre de 2024, no se formalizó ninguna hipoteca bajo esta condición. Este hecho es significativo, pues marca un cambio de tendencia respecto al año anterior, donde las hipotecas variables aún tenían su peso en el mercado. Ahora, se estima que el 68,18% de las hipotecas formalizadas eran de tipo fijo, un claro reflejo de cómo la percepción del riesgo ha cambiado en los compradores.
Valor de la vivienda y dinámica del mercado
En lo que respecta al precio de las viviendas, los datos son reveladores. El valor medio de las propiedades financiadas alcanzó su cifra trimestral más alta, situándose en 260.539 euros, lo que representa un 14,85% más que el año anterior. De hecho, esta cifra contrasta con los 211.676 euros de un año antes, poniendo de manifiesto el aumento sostenido en los precios.
Esta tendencia al alza en el precio de las viviendas se puede atribuir a varios factores. En primer lugar, la reducción de tipos ha permitido que compradores que antes no podían acceder a una propiedad se unan al mercado. Segundo, el incremento en los precios de los alquileres, provocado por, según algunos analistas, “políticas mal ejecutadas”, ha cambiado la necesidad de los ciudadanos de hacerse con su propia vivienda. Y finalmente, la situación actual del mercado se resume en una dinámica de “o lo tomas, o lo dejas”: los compradores se enfrentan a un panorama donde encontrar la vivienda ideal se ha vuelto mucho más complicado.
Aumento de las hipotecas y ahorro de los compradores
A pesar de que el valor nominal medio de las hipotecas solicitadas ha cerrado con un dato record de 185.151 euros, la media anual se mantiene por debajo de niveles anteriores, en 123.736 euros. Este dato es interesante, sobre todo si se considera que en 2023, el promedio era de 155.512 euros. Aquí surge la pregunta: ¿por qué algunos compradores están optando por no destinar todos sus ahorros a la compra? La respuesta parece estar en los intereses más atractivos; al tener mejores condiciones de financiación, muchos prefieren no arriesgar sus ahorros, lo cual podría influir en el comportamiento de compra a futuro.
Los cambios en el sector hipotecario son indiscutibles y reflejan el pulso del mercado inmobiliario. Ante esta realidad, muchos se plantean si es un buen momento para comprar o si conviene esperar. Con el panorama actual, lo que es claro es que el sector se encuentra en una fase de transformación, donde las decisiones de hoy pueden influir en el futuro mucho más allá de lo que se imagina. La evolución de las hipotecas y del valor de las viviendas seguramente seguirá siendo un tema relevante y digno de seguir explorando en los próximos años.