La empresa japonesa de tecnología y comercio electrónico Rakuten ha experimentado una situación financiera adversa en el primer trimestre de 2025, registrando unas pérdidas netas atribuidas de 73.471 millones de yenes (equivalente a 447,5 millones de euros). Esta cifra representa un aumento del 73,3% en sus números rojos en comparación con el mismo periodo del año anterior. La compañía ha atribuido este deterioro a un incremento significativo en los costes financieros, lo que ha llevado a una revisión necesaria de su estrategia operativa y financiera.
resultados financieros: ingresos y gastos
En contraste con las pérdidas reportadas, los ingresos totales de Rakuten han mostrado una notable mejora, alcanzando 562.704 millones de yenes (aproximadamente 3.427 millones de euros), lo que implica un crecimiento del 9,6% respecto al año anterior. Este aumento se descompone en diversas áreas del negocio. La división de internet generó 305.478 millones de yenes (alrededor de 1.861 millones de euros), evidenciando un incremento del 6,9%. Por su parte, el segmento de fintech mostró un desempeño aún más sólido, alcanzando 223.579 millones de yenes (1.362 millones de euros), un 15,6% más que el año anterior.
El área de móviles, aunque un componente más pequeño, también reflejó un crecimiento, generando 110.705 millones de yenes (unos 674,3 millones de euros), lo que equivale a un aumento del 10,9%. Sin embargo, es importante señalar que las operaciones intraempresariales restaron 77.058 millones de yenes (aproximadamente 469,4 millones de euros) de esta cifra total.
Impacto de los costes operativos
Pese al aumento en los ingresos, Rakuten ha visto incrementar sus gastos operativos, que alcanzaron 566.418 millones de yenes (alrededor de 3.450 millones de euros), lo que supone un aumento del 4,4%. Este crecimiento en los gastos, combinado con las pérdidas netas financieras de 30.802 millones de yenes (cerca de 187,6 millones de euros), ha sido el principal factor que ha contribuido a la profundización de las pérdidas totales de la compañía en este trimestre. Este fenómeno ha generado inquietud entre los inversores, quienes han comenzado a cuestionar la sostenibilidad del modelo de negocio actual de Rakuten.
Decisiones estratégicas y futuras direcciones
Ante esta situación financiera, Rakuten ha indicado que aún no ha decidido si repartirá dividendos en 2025, continuando con la tendencia del año anterior cuando decidió no distribuirlos. Este hecho ha suscitado preocupación entre los accionistas, quienes podrían verse afectados por la falta de beneficios directos en forma de dividendos. La compañía ha anunciado, no obstante, una importante reestructuración que incluye la fusión de varias de sus filiales, como Rakuten Mart, Rakuten Ticket, Rakuten Car, Rakuten STAY, y la Corporación Monzen, con la matriz, a partir del 1 de enero de 2026. Esta estrategia podría ser un intento de estrechar la cohesión entre sus operaciones y mejorar la eficiencia.
Las fusiones de las distintas divisiones, aunque pueden resultar en sinergias operativas, también podrían introducir complicaciones adicionales en la gestión de la empresa. Expertos en la materia consideran que este enfoque es un intento de optimizar las operaciones en un contexto de creciente competencia en el sector tecnológico. La importancia de llevar a cabo este tipo de movimientos estratégicos no debe subestimarse, ya que son fundamentales para la preservación y adaptación de una multinacional en tiempos económicos inciertos.
Perspectivas futuras y conclusiones
El entorno económico global para las empresas tecnológicas se ha vuelto más difícil, caracterizado por un aumento en los costes operativos y financieros que lleva a una revisión crítica de las prácticas empresariales. Para Rakuten, la intensidad competitiva en sus segmentos de negocio, junto con la presión para maximizar los beneficios de las inversiones realizadas en tecnología e infraestructura, marcarán el rumbo a seguir. A medida que la empresa navega por estos desafíos, el efecto de sus decisiones estratégicas, como las fusiones planeadas y la re-evaluación de sus dividendos, será crucial en su sostenibilidad a largo plazo.
En este contexto, es fundamental observar cómo Rakuten ajustará su modelo de negocio para hacer frente a los nuevos tiempos. La compleja interacción entre el aumento de los ingresos y la necesidad de controlar los gastos será determinante para definir no solo su viabilidad inmediata, sino también su posicionamiento en un mercado que sigue evolucionando a un ritmo acelerado.