El Boletín Oficial del Estado ha anunciado la próxima entrada en vigor de un nuevo Real Decreto-ley que afecta a la fiscalidad del recibo de la luz en España. Este decreto, aprobado en el último Consejo de Ministros del año 2024, establece la finalización de la rebaja del IVA relacionado con la electricidad, que volverá a situarse en un 21% permanente a partir del 1 de enero de 2024. La medida obedece a un proceso de ajuste fiscal que tiene como objetivo estabilizar el sistema económico tras los desajustes provocados por la crisis energética.
Regulación del suministro energético para consumidores vulnerables
El decreto también ha decidido prolongar las medidas de protección para los consumidores vulnerables, manteniendo la prohibición de interrumpir los suministros básicos de agua, luz y gas hasta el 31 de diciembre de 2025. Esta restricción, implementada inicialmente en 2021, se aprobará nuevamente para salvaguardar la estabilidad de los hogares más necesitados durante un periodo de precios elevados.
En concordancia con estas medidas, el bono social de electricidad, destinado a consumidores vulnerables y vulnerables severos, se verá reforzado. Originalmente fijados en un descuento del 25% y del 40%, estos porcentajes se aumentarán a un 35% y un 50%, respectivamente, a partir del 1 de enero de 2024. De igual manera, se establecerán descuentos más robustos a partir de 2025, con un 50% de reducción para los consumidores vulnerables severos.
El Ministerio de Transición Ecológica y para el Reto Demográfico ha subrayado que este ajuste progresivo permitirá a los consumidores alcanzar un nuevo nivel de normalidad en sus facturas de electricidad a partir del 1 de enero de 2026. Las medidas implementadas reflejan la situación de excepcionalidad que ha requerido la crisis energética derivada de la invasión de Ucrania, destacando una respuesta coordinada e integral por parte del Gobierno.
Revisión de la fiscalidad energética
Respecto al recibo de la luz, es importante destacar que el impuesto sobre la electricidad regresará a condiciones normales. Así, se estipula que el IVA aplicable al recibo de la luz pasará a ser del 21%, eliminándose la rebaja excepcional que se había instaurado durante la crisis. Este retorno a la normalidad fiscal se ha justificado en función de la evolución de los precios en el mercado mayorista de electricidad y las condiciones económicas actuales.
Durante el transcurso de 2024, se prevé que el IVA fluctúe entre el 21% general y un 10% en ciertos casos. Esta dinámica dependerá del precio del mercado, que, si supera los 45 euros por megavatio hora (MWh) en el mes anterior, permitirá una reducción en la carga tributaria para los consumidores. Sin embargo, los descuentos excepcionalmente altos implementados durante la crisis serán eliminados.
Además del IVA, el Impuesto Especial de la Electricidad (IEE) y el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la energía Eléctrica (IVPEE) también se regularizarán, estableciendo un tipo del 2,5% durante el primer trimestre de 2024, que aumentará al 3,8% en el segundo trimestre, mientras que el IVPEE fijará un tipo del 3,5% hasta marzo antes de incrementarse a 5,25% hasta junio. Estas variaciones suponen un proceso gradual de normalización de la fiscalidad energética que se había flexibilizado en respuesta a la crisis.
Apoyo a la industria electrointensiva
Otro aspecto significativo de este Real Decreto-ley es la prórroga del descuento del 80% en los peajes eléctrico que tendrán las industrias electrointensivas, medida que permanecerá vigente hasta finales de 2024. Esta decisión tiene como objetivo apoyar a sectores industriales que dependen en gran medida del consumo eléctrico, asegurando su competitividad en un contexto de aumento de precios en la energía.
Con esta regulación, se busca no solo favorecer la estabilidad económica del sector, sino también fomentar la transformación hacia modelos de producción más sostenibles y eficientes en el uso de la energía. El enfoque en la movilidad sostenible, también subrayado por el decreto, busca incentivar la transición hacia fuentes de energía renovables y prácticas más responsables en términos energéticos.
La normativa refleja una estrategia integral del Gobierno para abordar la crisis energética mientras se protegen los derechos fundamentales de los consumidores más vulnerables y se apoya la viabilidad de sectores que son cruciales para la economía nacional.
En resumen, el retorno al IVA del 21% y la regulación del resto de los impuestos relacionados con el consumo eléctrico marcan un giro en la política fiscal en respuesta a las condiciones actuales del mercado. No obstante, las medidas de apoyo a los consumidores vulnerables y a la industria electrointensiva muestran un esfuerzo por equilibrar la necesidad de sostenibilidad económica con la protección social. En un contexto donde la energía es un recurso estratégico y susceptible a múltiples variables externas, el desarrollo de políticas proactivas y adaptativas permanecerá siendo crucial para mitigar futuros desafíos en el horizonte económico.