El grupo Orange reportó un beneficio neto atribuido de 2.350 millones de euros en el ejercicio fiscal 2024, una disminución del 3,68% en comparación con los 2.440 millones de euros del año anterior. Las cuentas presentadas este jueves reflejan una situación mixta en un entorno económico desafiante, donde la operadora ha logrado mejorar ciertos indicadores financieros a pesar de la caída en el beneficio neto.
Incremento de ingresos y EBITDA ajustados
A nivel de ingresos, Orange alcanzó una cifra de 40.260 millones de euros en 2024, representando un crecimiento del 1,2% respecto a los 39.678 millones de euros del ejercicio anterior. Es relevante anotar que esta cifra ha sido ajustada en función de la fusión con MásMóvil en España, que dio origen a la nueva entidad MasOrange, operativa desde marzo de 2024. Esta fusión no solo ha permitido a Orange ampliar su base de clientes, sino también optimizar su oferta de servicios en un mercado cada vez más competitivo.
El beneficio bruto de explotación después de arrendamientos, conocido como ebitdaaL, se situó en 12.109 millones de euros, un 2,71% superior a los 11.789 millones de euros del año 2023. Esta mejora en el ebitdaaL es indicativa de la capacidad de la compañía para generar valor a partir de sus operaciones, sustentada en una gestión eficiente de costes y un enfoque en la disciplina operativa.
Reducción de la deuda financiera
Uno de los aspectos más destacados de las cuentas anuales es la significativa reducción de la deuda financiera neta, que se situó en 22.482 millones de euros al cierre de 2024. Este monto implica una disminución del 16,7% respecto a los 27.000 millones de euros del ejercicio precedente. La compañía atribuye esta reducción, en gran medida, a los ingresos derivados de la creación de MasOrange, que ascendieron a 4.461 millones de euros. Este hecho no solo alivia la carga financiera de Orange, sino que también mejora la ratio de deuda sobre el ebitdaaL, que ahora es de 1,84 veces, en comparación con las 2,05 veces de 2023.
Los analistas del sector destacan que la reducción de la deuda es un indicador positivo de la salud financiera de la compañía, lo que podría permitirle reinvertir en sus operaciones y mejorar aún más la rentabilidad, aspectos que son cruciales para enfrentar la competitividad del mercado de telecomunicaciones.
Visión estratégica y resultados operativos
Christel Heydemann, consejera delegada del grupo Orange, subrayó la importancia de estos resultados, manifestando que «demuestran claramente la ejecución exitosa de nuestro plan estratégico». Según ella, el crecimiento en la facturación y en el ebitdaaL está completamente alineado con los objetivos de la compañía. Esencialmente, este crecimiento es resultado de una serie de logros operativos destacados, que incluyen un sólido impulso comercial a nivel global y un escrupuloso control de costes.
Además, los proyectos emblemáticos como la creación de MasOrange en España, la conectividad implementada para los Juegos Olímpicos de París y el lanzamiento de Max-It en África son ejemplos de cómo Orange está expandiendo su alcance y relevancia en el mercado. La consejera delegada enfatiza que estos logros han sido reconocidos tanto interna como externamente, lo que refuerza la posición de la empresa en el sector.
Implicaciones a futuro
Las cifras presentadas tanto en la reducción de la deuda como en el incremento de ingresos sugieren que Orange se encuentra en una trayectoria de mejora que puede ser crucial para su futuro en un sector que está en constante evolución. A medida que la compañía sigue implementando su estrategia de expansión y adaptación a nuevos mercados, la experiencia adquirida en la integración de MasOrange será vital.
El contexto macroeconómico, marcado por incertidumbres globales y un entorno competitivo agresivo, plantea desafíos importantes. Sin embargo, las acciones proactivas que Orange ha realizado, especialmente en términos de gestión financiera y expansión de servicios, podrían proporcionar una base sólida para el crecimiento a largo plazo. Este enfoque integral en la búsqueda de la eficiencia y la innovación podría resultar en una posición robusta en el futuro, permitiendo a Orange liderar en el sector de telecomunicaciones y adaptarse a las necesidades cambiantes de los consumidores.