Las energías renovables están en el centro de un cambio significativo en la estructura de generación eléctrica en España. Se prevé que en 2024, estas fuentes superen el 56% de la generación total, marcando un crecimiento de 5,6 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. Este aumento se atribuye principalmente a la mejora en la generación hidráulica, que creció en 3,7 puntos porcentuales, y a la notable contribución de la energía fotovoltaica, que alcanzó el 16,7% de la generación eléctrica, convirtiéndose en un competidor directo de la energía nuclear. Cabe mencionar que la energía eólica continúa liderando el panorama nacional, con una aportación del 22,8%.
Progreso en descarbonización
El director general de APPA Renovables, José María González Moya, ha señalado que estos datos reflejan un avance positivo en la generación de energías limpias. Sin embargo, también advirtió que los objetivos planteados para 2030 son considerablemente ambiciosos. A pesar de que la posibilidad de no alcanzar estos objetivos es real, González Moya destacó que se están realizando progresos importantes hacia la descarbonización del sistema eléctrico, una transformación que necesita abarcar otros campos energéticos para ser verdaderamente efectiva.
Una preocupación adicional se centra en el autoconsumo. Aunque España ha logrado consolidar más de ocho gigavatios (GW) de potencia instalada en este ámbito, muchos de sus contribuciones al consumo eléctrico nacional no se registran como renovables por limitaciones operativas. Este hecho subraya la necesidad de que las administraciones adopten estadísticas oficiales que reflejen la verdadera magnitud del autoconsumo, lo que podría elevar el porcentaje de la demanda eléctrica nacional cubierta por energías renovables a más del 60%.
Necesidad de estadísticas oficiales
Las estadísticas oficiales de generación de autoconsumo son esenciales para tener una imagen precisa del potencial renovable en España. Desde APPA Renovables instan a las autoridades competentes a que se realice un esfuerzo coordinado para establecer estos datos. Esto es fundamental, ya que, junto con la turbinación por bombeo, que actualmente se clasifica erróneamente como no renovable, el cálculo del consumo eléctrico puede ser sustancialmente más alto.
Dicha corrección no solo mejoraría la percepción de las energías renovables, sino que también permitiría una mejor planificación y desarrollo de políticas energéticas. Además, la falta de estadísticas precisas puede afectar las inversiones en el sector, puesto que los actores del mercado necesitan información fiable para tomar decisiones informadas.
Desafíos de la demanda eléctrica
En términos de demanda eléctrica, APPA Renovables señala que el crecimiento corregido para 2024 fue del 1,5%, cifra que no compensa una contracción del 1,8% en 2023. Para que el sector de las energías renovables siga avanzando, es imprescindible un aumento consistente en la demanda. Enriquece aún más el contexto la urgencia de establecer un plan nacional de electrificación que pueda cumplir con las metas del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Para ello, la demanda deberá incrementarse en un 6,2% anualmente hasta 2030.
Esta situación alarmante subraya que el crecimiento en la capacidad de generación renovable no puede sostenerse sin un correlato en la demanda de energía. Si no se implementan acciones proactivas que estimulen este aumento, el sector podría enfrentar limitaciones en su expansión futura.
Amenazas a la inversión en renovables
Un punto crítico señalado por APPA Renovables es que las políticas intervencionistas de los principales partidos políticos suponen una amenaza para el avance de las energías limpias en el país. La organización menciona ejemplos recientes que han suscitado preocupación, como la ley aprobada por la Xunta de Galicia bajo un gobierno del PP y otras propuestas similares que han surgido del 41º Congreso del PSOE.
González Moya argumenta que estas medidas, más que ayudar al desarrollo del sector, podrían desincentivar la inversión debido a la falta de estabilidad regulatoria y seguridad jurídica. Los cambios normativos deben alinearse con los reglamentos y leyes de la Unión Europea para evitar complicaciones adicionales y preservar la confianza de los inversores.
Este clima de incertidumbre no solo afecta la inversión, sino que también podría intensificar el problema de la judicialización del sector, complicando aún más el panorama para las iniciativas de energía renovable.
El futuro de las energías renovables en España está determinado por una mezcla de factores, desde la necesidad urgente de estadísticas precisas que reflejen el verdadero potencial del autoconsumo, hasta el impacto de las políticas regulatorias y la demanda energética. Con un contexto en constante evolución y una creciente presión para descarbonizar la economía, es esencial que todos los actores involucrados, incluidos gobiernos y autoridades, colaboren para crear un entorno propicio que garantice inversiones sostenibles y el desarrollo a largo plazo de un sector crítico para el futuro energético del país. La energía renovable no solo representa una oportunidad económica, sino también una obligación hacia las generaciones futuras que demandan un planeta más limpio y sostenible.