El mercado europeo de gran consumo ha experimentado un notable crecimiento del 1,9% en valor durante 2024, alcanzando un total de 680.000 millones de euros. Este incremento es atribuible principalmente a la fuerte demanda de productos como los alimentos refrigerados, frescos y secos, todo ello dentro de un contexto marcado por la incertidumbre macroeconómica y las presiones inflacionarias.
El crecimiento en el sur de Europa
Entre las regiones de Europa, el Sur de Europa se ha consolidado como el motor del crecimiento en el mercado de gran consumo. España ocupa el primer puesto, destacándose con un aumento cercano al 5%, lo que se traduce en un total de 99.000 millones de euros. Este crecimiento se debe, en gran medida, a la sólida demanda interna y el impulso de las categorías de alimentos frescos y refrigerados.
Italia sigue a España, mostrando un incremento del 2,3%, principalmente gracias a las ventas en alimentación seca y bebidas. Por su parte, el Reino Unido también ha reportado un crecimiento del 2%, beneficiado por la recuperación de hábitos de consumo centrados en la conveniencia. Sin embargo, la situación es distinta en otros países como Alemania, cuya tasa de crecimiento anual compuesto ha disminuido en un 0,5%, mientras que tanto Francia como los Países Bajos reflejan una caída del 0,8%, evidenciando así la persistente incertidumbre económica y la baja confianza de los consumidores.
Las categorías de alimentos: un análisis detallado
Un aspecto relevante que resalta en el informe es el sólido desempeño de los segmentos dedicados a alimentos refrigerados y frescos, que experimentaron un aumento del 2,2% en ventas en unidades, alcanzando 84.500 millones. En contraposición, la alimentación seca vio un crecimiento del 0,8%, con 89.100 millones de unidades vendidas, lo cual se traduce en un incremento absoluto de 7.500 millones de euros respecto al año anterior.
A pesar de ciertos indicios de recuperación, el sector del gran consumo enfrenta una nueva etapa de incertidumbre. Aproximadamente un tercio de las categorías han pasado de tener caídas a registrar crecimientos, mientras que otro 28% mantuvo una evolución positiva. Este dinamismo sugiere que existe un espacio para la innovación y la adaptación a las cambiantes necesidades de los consumidores en un entorno macroeconómico desafiante.
Cambios en la percepción del consumidor
El informe también destaca un cambio significativo en el comportamiento de los consumidores, quienes se están volviendo más selectivos en sus compras. Los datos revelan que los compradores están destinando un mayor gasto a productos básicos, que han crecido un 1,6%, mientras que están recortando gastos en artículos no esenciales, los cuales han caído en la misma proporción. Esta tendencia sugiere un esfuerzo por gestionar mejor los presupuestos familiares ante el aumento de los costos.
El escenario actual pone de manifiesto que los consumidores están priorizando la calidad y el valor en sus decisiones de compra, lo que conlleva un cambio en la estrategia de muchas empresas del sector. Consecuentemente, las marcas deberán ajustar su enfoque para alinearse mejor con las expectativas del mercado.
La marca blanca enfrenta desafíos
En un contexto donde las marcas de distribuidor han dominado durante varios años, impulsadas por la presión inflacionaria, el último informe indica que esta tendencia está comenzando a cambiar. Aunque las marcas blancas representan casi el 47% de las ventas en unidades de productos de gran consumo, alrededor de 143.000 millones de unidades, ahora se enfrentan a una competencia renovada por parte de las marcas de fabricante.
Las marcas de fabricante están recuperando cuota de mercado mediante estrategias más agresivas en promoción, innovación de productos y ofreciendo formatos más pequeños. Estas iniciativas buscan responder a las nuevas demandas del consumidor en un entorno que exige adaptabilidad.
Según Ananda Roy, vicepresidente sénior de Thought Leadership Europe en Circana, «las marcas de fabricante están ofreciendo un valor diferenciador basado en la innovación, la sostenibilidad y una mejor experiencia de producto». Este cambio en la dinámica del mercado implica que las marcas de distribuidor deberán adaptarse para mantener su ritmo de crecimiento, lo que evidencia la necesidad de innovación constante y atención a las demandas del consumidor.
Perspectivas de futuro en el mercado de gran consumo
El análisis de las tendencias actuales en el mercado de gran consumo no solo refleja el crecimiento de España como líder regional, sino que también indica una lucha constante de las marcas, tanto de distribuidor como de fabricante, por captar la atención de un consumidor cada vez más informado y exigente. Las estrategias de innovación y adaptación serán cruciales en este contexto, ya que el mercado seguirá enfrentando desafíos socioeconómicos y presiones inflacionarias.
Si bien el futuro del gran consumo presenta elementos de incertidumbre, la capacidad de adaptación y la tomabilidad de decisiones informadas por parte de las empresas serán determinantes para navegar en este entorno complejo. Así, el enfoque en la calidad, sostenibilidad y innovación se erige como una estrategia fundamental para los actores del mercado en su búsqueda de mantener el crecimiento en un panorama en constante evolución.