El precio de los carburantes ha continuado su tendencia alcista en el inicio del año 2025, alcanzando niveles máximos no vistos desde el verano pasado. Este aumento se produce en un contexto caracterizado por la finalización de las vacaciones de Navidad, que tradicionalmente suelen impactar en la demanda de combustible.
Incremento en el precio del diésel y de la gasolina
Específicamente, el precio medio del litro de diésel ha experimentado un incremento del 0,83% con respecto a la semana anterior, alcanzando los 1,454 euros. Este es el valor más alto registrado desde mediados de agosto de 2024, de acuerdo con los datos proporcionados por el Boletín Petrolero de la Unión Europea. Por otro lado, el precio medio de la gasolina ha subido un 0,72%, colocándose en 1,536 euros por litro. Este aumento también representa un nuevo máximo desde inicios de septiembre del año pasado.
El comportamiento reciente de los precios de los carburantes contrasta con los descensos que se habían observado hasta mediados de octubre de 2023. En dicho periodo, el precio de la gasolina había disminuido en 8,9% y el diésel en 9,2%, impulsados por una tendencia de abaratamiento que comenzó en julio de 2024, coincidiendo con un aumento significativo en los viajes por carretera en la temporada veraniega.
Tendencias de precios en el contexto de la guerra de Ucrania
Al observar los precios actuales, se aprecia que llenar un tanque medio de diésel de 55 litros tiene un costo aproximado de 79,97 euros, lo que resulta ser casi 2 euros más barato en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando el desembolso alcanzaba 81,95 euros. Para los propietarios de vehículos de gasolina, el gasto actual se sitúa en torno a 84,48 euros, representando una leve disminución con respecto a 84,7 euros que costaba la misma cantidad de combustible en la última semana de 2023.
A pesar de los recientes aumentos, aún es notable que los precios de los carburantes se encuentran significativamente por debajo de los niveles registrados antes de la invasión rusa de Ucrania, que dio comienzo el 24 de febrero de 2022. En ese tiempo, el litro de diésel costaba 1,479 euros y el de gasolina alcanzaba 1,591 euros. Además, ambos tipos de carburantes aún están alejados de los picos históricos que alcanzaron en julio de 2022, cuando la gasolina superó los 2,141 euros y el gasóleo alcanzó los 2,1 euros por litro.
Comparativa de precios en el contexto europeo
Analizando la situación en el contexto europeo, se observa que el precio de la gasolina sin plomo de 95 en España continúa siendo inferior a la media de la Unión Europea, que se sitúa en 1,678 euros por litro, y por debajo del promedio de la eurozona, que es de 1,707 euros. De manera similar, el precio del diésel también es más bajo que el promedio de la UE, que se sitúa en 1,595 euros, así como que el de la eurozona, con 1,601 euros por litro.
Sorprendentemente, el diésel ha mantenido una tendencia de precios más baja que la gasolina durante las últimas 97 semanas, un fenómeno que es consistente con el comportamiento del mercado de carburantes antes de la crisis ucraniana. Desde la invasión, el diésel había superado en costo a la gasolina de manera continua, lo cual cambió en febrero de 2023, cuando se interrumpió esta tendencia.
Factores que influyen en los precios de los carburantes
Es importante entender que los precios de los carburantes son el resultado de una serie de factores interrelacionados. Estos incluyen la cotización específica de los carburantes, la evolución del precio del crudo, las cargas fiscales, los costos de la materia prima y la logística, y los márgenes de beneficio de las compañías. La cotización del crudo, aunque fundamental, no se traduce de manera inmediata en los precios de venta, ya que se presenta un desfase temporal en su traslación al consumidor final.
Esta complejidad en la formación de precios subraya la importancia de analizar las dinámicas del mercado no solo desde la perspectiva de la oferta y la demanda, sino también desde la influencia de factores externos como la geopolítica y las decisiones de las organizaciones productoras de petróleo.
La reciente tendencia al alza en los precios de los carburantes podría indicar una restauración de la recuperación económica tras la crisis provocada por la pandemia, a la par que revela la sensibilidad del mercado ante eventos globales. Ante un entorno de incertidumbre energética y fluctuaciones de precios, los consumidores y analistas estarán atentos a cómo estos cambios pueden repercutir en la inflación general y en la economía española en el corto y medio plazo, continuando así con el monitoreo de su impacto en los hábitos de consumo y en la estructura de costos de diversas industrias.