Telefónica Perú enfrenta un escenario incierto en 2025
La situación financiera de Telefónica Perú es preocupante. La agencia de calificación crediticia Moody’s ha advertido sobre la alta probabilidad del impago de la deuda de la operadora en el año 2025. Esta advertencia proviene de un reciente informe publicado en la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) de Perú, donde se analizan los riesgos que enfrenta la compañía.
Concurso de acreedores y riesgos asociados
En febrero pasado, Telefónica Perú entró en concurso de acreedores, un proceso que ha llevado a Moody’s a rebajar las calificaciones de la operadora. Según la agencia, el riesgo creciente de no cumplir con sus obligaciones financieras ha motivado esta decisión. El informe destaca que el concurso de acreedores y las medidas relacionadas para abordar reclamaciones en otras jurisdicciones pueden considerarse un evento similar a un default (impago). Esto se debe a que es parte de un esfuerzo por restructurar la deuda y evitar la quiebra.
Además, Moody’s subraya que las medidas adoptadas por la empresa pueden traducirse en una alta probabilidad de incumplimiento de las obligaciones acordadas inicialmente para 2025. La situación es grave, ya que la compañía debe aproximadamente 1.240 millones de euros a sus acreedores, lo que podría suponer pérdidas económicas significativas para estos.
Reuniones para abordar la situación
En este marco incierto, el Banco Interamericano de Finanzas (Banbif), en calidad de representante de los tenedores de bonos de la operadora, ha convocado a dos reuniones durante este mes, el 13 y el 18 de marzo. El objetivo de estas citas es analizar en detalle la situación de impago y las posibles implicaciones que esto podría tener para los inversores y para el futuro de la empresa.
Este tipo de reuniones son fundamentales, ya que permiten a los acreedores tener una mejor comprensión de la situación financiera de Telefónica Perú y discutir posibles soluciones para mitigar las pérdidas. La falta de claridad y la preocupación por el futuro de la compañía resaltan la importancia de una gestión financiera adecuada y transparente.
Crédito mercantil y necesidades operativas
Por otro lado, Moody’s también ha mencionado en su informe que Telefónica Hispanoamérica, que controla el 99,3% del capital de Telefónica Perú, ha concedido un crédito mercantil a la filial por un monto de hasta 1.549 millones de soles peruanos, equivalentes a unos 400 millones de euros al cambio actual. Este préstamo tiene un plazo de 18 meses y está destinado a cubrir las necesidades operativas de la empresa en el corto plazo.
Es crucial entender que este crédito es clave para que la operadora pueda implementar inversiones necesarias, como el despliegue de capital para renovar su red móvil y completar la transición a fibra óptica en el país. Estas inversiones son vitales para mantener la competitividad y la calidad del servicio que ofrece Telefónica Perú a sus clientes.
Incertidumbre sobre la estrategia de Telefónica
Sin embargo, Moody’s también ha expresado su preocupación por la incertidumbre que rodea los futuros préstamos y capitalizaciones para la filial peruana. La agencia sostiene que Telefónica Perú «no es un activo estratégico» para el grupo Telefónica. Esta afirmación se hace aún más relevante dado que la empresa ha contratado a Rothschild para evaluar diferentes alternativas, incluida la venta de Telefónica Perú.
Este tipo de decisiones estratégicas puede tener un impacto considerable no solo en la filial peruana, sino también en la percepción del mercado sobre la solidez del grupo Telefónica a nivel regional. Así, la incertidumbre sobre el futuro de Telefónica Perú se agrava, y muchos se preguntan si la empresa podrá revertir su situación actual y salir airosa de este desafío.
Plazo para la decisión del Indecopi
En este contexto, es importante mencionar que el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) de Perú tiene hasta el 3 de julio para tomar una decisión sobre la solicitud de Telefónica Perú de acogerse al concurso de acreedores. Esta decisión será crucial, ya que definirá el futuro de la operadora y podría ofrecer un camino hacia la reestructuración de su deuda.
Dada la complejidad de la situación, no es sorprendente que haya un gran interés por parte de los analistas y de los propios inversores en cómo evolucionará este caso. La atención recae ahora en el comportamiento de Telefónica Perú en los próximos meses y cómo las decisiones estratégicas que tomen influirán en su capacidad para enfrentar sus compromisos financieros.
La historia de Telefónica Perú es un claro recordatorio de cómo los desafíos financieros pueden impactar no solo a una empresa, sino también a su ecosistema más amplio, afectando a empleados, inversores y consumidores. La comunidad empresarial, así como los ciudadanos, estarán atentos a los próximos movimientos de la compañía en un panorama económico que continúa siendo incierto y desafiante.