El próximo año 2025 podría marcar un punto de inflexión en el panorama laboral español. Desde la reducción de la jornada laboral hasta la reforma de los despidos, el Gobierno, liderado por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tiene en mente implementar cambios que podrían afectar a millones de trabajadores. Se habla de una jornada laboral fijada en 37,5 horas semanales, una iniciativa que tiene como objetivo beneficiar a más de 12 millones de asalariados.
El horizonte laboral en 2025
La jornada laboral, actualmente establecida en 40 horas semanales, podría ver una disminución significativa si el Gobierno logra los apoyos necesarios para su aprobación en el Congreso. La propuesta sugiere que, a partir del 31 de diciembre de 2025, la nueva regulación entrará en vigor, garantizando que todos los trabajadores mantengan su salario actual. Sin embargo, este cambio no ha estado exento de controversia. La CEOE y Cepyme, organizaciones que representan a los empresarios, han mostrado su oposición a esta medida.
Por otro lado, el camino hacia la implementación de esta nueva jornada laboral no será sencillo. Aunque los sindicatos, como CCOO y UGT, han respaldado la propuesta, el Gobierno ha reconocido que necesita buscar apoyos adicionales. Han intentado reunir la complicidad de otros grupos parlamentarios, incluyendo PNV y Junts, pero la falta de acuerdo con los patronos podría complicar la situación.
Consecuencias de una jornada laboral reducida
La nueva normativa no solo implica la reducción de horas, sino también una serie de cambios significativos en la regulación del empleo. Según el anteproyecto que ha llegado a manos de varios agentes sociales, los contratos a tiempo parcial con un promedio igual o superior a 37,5 horas semanales se transformarán automáticamente en contratos a tiempo completo. Esto repercutirá en la vida laboral de muchos trabajadores y ofrecerá nuevas oportunidades de estabilidad.
Además, si los convenios colectivos actualmente estipulan jornadas superiores a las 37,5 horas, se les dará un plazo hasta el final de 2025 para que se ajusten a la nueva norma. En el caso de los trabajadores con contratos a tiempo parcial cuya duración sea inferior, podrán continuar trabajando el mismo número de horas previas a la entrada en vigor de la norma. Esto es esencial para mantener cierto equilibrio en el mercado laboral y asegurar que no se generan cancelaciones de empleo.
Multas y control del cumplimiento
La normativa también incluirá medidas de control para garantizar que las nuevas regulaciones se apliquen adecuadamente. Se establece que las empresas que no cumplan con la reducción de la jornada laboral enfrentarán multas de hasta 10.000 euros por trabajador. Este enfoque no solo busca sancionar el incumplimiento, sino también fomentar un cambio cultural en cómo se gestiona el tiempo laboral. Para ello, las empresas deberán mantener un registro diario de jornada digital accesible para la Inspección y los representantes sindicales.
Un aspecto destacable de esta iniciativa quiere enfatizar el derecho de los trabajadores a la desconexión digital. Se establece de manera clara que los empleados tienen derecho a no estar disponibles fuera de su horario laboral, lo que añade una capa más de protección frente a la cultura del «siempre conectado».
Reforma del despido: un tema delicado
Pero la reducción de la jornada laboral no es la única área que se busca reformar. Yolanda Díaz también ha expresado su compromiso de reformar el despido en España. Esta es una cuestión espinosa que ha suscitado debate en diferentes esferas, ya que se busca alinear las prácticas nacionales con lo establecido en la Carta Social Europea. Esto implicará que las empresas no