El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha insistido en que la negociación política para reducir la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales debe ser tratada con urgencia. Durante un evento de la Federación de Industria de CCOO, Sordo enfatizó que «no podemos seguir otro año con la incertidumbre de no conocer cuál será la jornada laboral en España en los próximos años». Esta incertidumbre no solo afecta a los trabajadores, sino que también bloquea la negociación de convenios colectivos, lo que es crucial para la mejora y la estabilidad laboral.
Urgencia en la negociación
Sordo no duda en afirmar que los márgenes empresariales son amplios y permiten crear espacios significativos para mejorar los salarios y reducir la jornada laboral. En su defensa de esta medida, ha subrayado que la situación actual contribuye a una percepción de estancamiento y dificultad entre las clases trabajadoras. Por tanto, ha hecho un llamado a tramitar urgentemente la rebaja de la jornada, destacando que «no va a renegociar en ningún caso» el acuerdo ya alcanzado con el Ministerio de Trabajo.
En este sentido, ha manifestado su preocupación por el futuro cercano, resaltando que «pedimos que sea tramitado desde el Consejo de Ministros». Sordo ha señalado la importancia de monitorear las enmiendas que se presenten en el Parlamento para asegurar que la esencia del acuerdo se mantenga intacta. Esta cautela es vital, ya que los cambios pueden desnaturalizar lo que se ha alcanzado hasta el momento.
Subida «vigorosa» del SMI y salarios en general
El debate no solo gira en torno a la jornada laboral, sino también sobre el incremento de salarios. El líder sindical ha indicado que, a pesar de que las subidas salariales pactadas están por encima de la inflación, esto no refleja la realidad de todos los hogares. Existen muchas personas que, al tener ingresos más bajos, enfrentan un deterioro de su poder adquisitivo. Esto es especialmente relevante para quienes dedican gran parte de su salario a cubrir gastos esenciales como el alquiler o la hipoteca. Así, Sordo advierte que si el crecimiento no se traslada a todos los estratos sociales, las percepciones sobre la situación económica no serán favorables.
Sordo propone que, además de una nueva subida «vigorosa» del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), lo que es fundamental es una subida generalizada de salarios. Durante su intervención, ha instado a todos los agentes a reforzar la negociación colectiva, indicando que el «Boletín Oficial del Estado no nos va a arreglar la vida». Esta declaración refuerza la necesidad de un enfoque proactivo por parte de los líderes sindicales y políticos.
Transformación del modelo productivo
Otro punto crucial que Sordo planteó es el cambio en el modelo productivo de España. Según él, es crítico que el país se convierta en una potencia en la generación de energía renovable, barata y fiable. En su visión, este cambio debe ser un pilar fundamental para atraer inversión y facilitar la reindustrialización. De esta forma, el liderazgo en el sector de las energías renovables podría ser un motor para la economía nacional, posicionando a España en un lugar privilegiado en el escenario global.
Sordo también ha enfatizado que las políticas industriales deben recuperar un «renovado protagonismo». Para ello, la ejecución de los fondos Next Generation deberá movilizar inversiones privadas adecuadas. Este marco no solo puede transformar la economía, sino también proporcionar oportunidades laborales sostenibles y de calidad para la población.
La importancia de una política fiscal ambiciosa
El impacto de las políticas fiscales no puede ser subestimado. Sordo ha pedido al Gobierno y a todos los grupos parlamentarios que aborden la necesidad de unas nuevas Políticas Generales del Estado (PGE) y una política fiscal «ambiciosa». Esto no solo es vital para reforzar los servicios públicos, sino también para impulsar el crecimiento económico del país. En su opinión, no se puede seguir con el mito de que España vive en un «infierno fiscal». Más bien, Eurostat ha demostrado que la presión fiscal en España es más baja que la media de la zona euro.
Además, ha instado a reducir las discrepancias fiscales mediante una política que no solo sea progresiva y suficiente, sino que también ofrezca garantías jurídicas a las inversiones. En un contexto donde la estabilidad económica se vuelve cada vez más crucial, las certezas sobre la política fiscal son más importantes que nunca para fomentar la inversión y el desarrollo empresarial.
Así, el escenario actual exige una reflexión profunda sobre cómo abordaremos los desafíos laborales y económicos que enfrenta España. La búsqueda de equidad salarial y la adecuación del marco laboral son piezas clave en este rompecabezas. La forma en que se resuelvan estas cuestiones no solo determinará el bienestar de los trabajadores, sino también la capacidad del país para crecer y prosperar en un mundo en constante cambio. Las próximas semanas serán, sin duda, decisivas en este camino hacia la mejora y la estabilidad laboral en España.