La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha elevado hoy un importante informe al Consejo de Ministros, el cual se basa en las circunstancias que llevaron a la crisis de electricidad del 28 de abril de 2025. Este informe fue presentado previamente al Consejo de Seguridad Nacional, donde se esperó su aprobación.
La investigación del apagón
Desde el pasado 20 de mayo, la ministra Aagesen había indicado que la investigación estaba «priorizando» la variable de la sobretensión en relación con el origen del apagón. Sin embargo, dejó claro que no hay una única causa que explique el colapso del sistema eléctrico. «Dado cómo funciona el sistema eléctrico, no puede haber solo una causa», enfatizó.
¿Pero qué es exactamente la sobretensión? Aagesen describe este fenómeno como «una modificación de un parámetro fundamental de la red», que puede ser provocada por diversos factores como un gran mallado de la red o la calidad de la generación eléctrica. En su opinión, es esencial entender la complejidad de las causas y consecuencias detrás del evento que generó tanta alarma.
Colapso del sistema eléctrico
Un aspecto que tal vez desconcierte a muchos es que el colapso del sistema eléctrico peninsular no se debió a un problema de demanda. «Ese día, la demanda era de unos 25 gigavatios (GW), y el sistema está preparado para gestionar demandas superiores a 40 GW«, aseguró Aagesen.
A raíz de este incidente, ha habido un refuerzo en el funcionamiento del sistema, incluyendo restricciones técnicas para prevenir que algo similar suceda en el futuro. La ministra comparó estos refuerzos con un «antibiótico de amplio espectro» aplicado a un paciente que está bajo observación, sugiriendo que se están tomando medidas preventivas.
Responsabilidades en la crisis
Frente a la pregunta de qué ocurrió con los cortafuegos que deberían haber intervenido, la ministra fue clara. «Tenemos que investigar quién originó o qué tipo de actuaciones llevaron a esa sobretensión», dijo. La intención es determinar por qué los cortafuegos no se activaron como deberían haberlo hecho. Esto implica examinar si ha habido problemas en la aplicación de estos mecanismos de seguridad.
Aagesen destacó que este expediente incluye diversas responsabilidades, desde el operador del sistema, Red Eléctrica, hasta cada uno de los actores involucrados, como generadores y distribuidores eléctricos. «Es crucial identificar las responsabilidades para que se tomen las medidas correctivas adecuadas», añadió.
Exclusión de ciberataques
En un contexto donde la seguridad cibernética es un tema de creciente preocupación, Aagesen descartó la posibilidad de que un ciberataque haya afectado a Red Eléctrica, aunque no se desestimó la posibilidad de que otros puntos de la red pudieran haber estado en riesgo.
«No hay evidencia de que un ciberataque haya sido el culpable del apagón, pero ciertamente, necesitamos estar atentos y preparar medidas para cualquier eventualidad», comentó, dejando claro que esto es una preocupación activa pero que no es la causa principal del incidente.
Multifacéticas causas del apagón
Es importante destacar que Aagesen mencionó que habrán «más responsabilidades» relacionadas con el apagón y múltiples causas que deben ser consideradas. «Hasta que no sepamos con certeza las causas, no podemos determinar quién es responsable. Pero lo que sí es claro es que el sistema tiene que funcionar bajo condiciones estrictas», subrayó.
El hecho de que «la investigación se centra en ver la interacción de diversos factores» resalta la complejidad del sistema eléctrico y los desafíos que enfrenta para operar sin contratiempos. Las decisiones que se tomen a partir de este análisis serán cruciales para la estabilidad futura del suministro eléctrico en el país.
En resumen, la situación está lejos de ser simple. Con múltiples factores y actores involucrados, el informe del Comité podría transformar la manera en que se gestionan y previenen las crisis eléctricas en el futuro. La comunidad está atenta a las conclusiones que puedan surgir de esta investigación, ya que el costo de no actuar o de actuar indebidamente podría ser alto. Mantener la energía fluyendo de manera segura y confiable es un reto que requiere tanto innovación como una evaluación constante de los sistemas en juego, y es un tema que merecerá seguimiento en los próximos meses y años.