La petrolera portuguesa Galp ha publicado sus resultados financieros para los primeros nueve meses de 2024 y, aunque el panorama parece optimista en términos de beneficios anuales, hay algunas preocupaciones que no se pueden pasar por alto. Por ejemplo, en el tercer trimestre, las ganancias netas de la empresa fueron de 269 millones de euros, lo que representa una caída del 11,2% respecto a los 303 millones del mismo periodo del año anterior. Además, aunque la facturación se mantuvo en 5.610 millones de euros, este dato refleja un crecimiento del 4,1% a pesar de las adversidades.
Resultados acumulados de 2024
A lo largo de los primeros nueve meses del año, Galp logró un beneficio neto atribuido de 1.006 millones de euros, un 11% más que los 906 millones de euros del año anterior. Esta mejora en el rendimiento anual es un punto destacado, especialmente en un sector tan volátil como el energético. La compañía también reportó ingresos que alcanzaron los 16.405 millones de euros, lo que refleja un aumento del 5,5% respecto al mismo periodo de 2023.
Sin embargo, fue el resultado bruto de explotación (Ebitda) lo que experimentó una caída del 4,8%, situándose en 2.806 millones de euros. Este contraste entre los ingresos y el Ebitda muestra que, aunque Galp está viendo un crecimiento en sus ingresos totales, los costos y otros factores operativos están afectando su rentabilidad.
Desglose de resultados por segmentos
Al analizar el rendimiento por segmentos, se observa que el área de ‘upstream’ reportó un Ebitda ajustado de 1.641 millones de euros, lo que implica una disminución del 1,4% en comparación con el año anterior. En contraste, la división industrial y ‘midstream’ ha sufrido una caída del 19,7%, alcanzando solo 695 millones de euros. Por otra parte, el área comercial contribuyó con 234 millones de euros, un 6% menos, mientras que las renovables reportaron unos decepcionantes 38 millones, marcando una caída notable del 65,5%.
Esta diversidad en los resultados por segmento indica que, aunque algunas áreas están manteniendo el rumbo, otras como las renovables están enfrentando serios desafíos. Es crucial para Galp evaluar cómo cada una de estas divisiones se adapta al cambiante panorama del mercado.
Aumento de costes y deuda
Mirando más de cerca los costes, los asociados con la producción se incrementaron un 10,8%, alcanzando 11.924 millones de euros, mientras que otros costes, como los de suministro o personal, sumaron un total de 1.871 millones de euros, representando una baja del 4,3%. En general, el total de desembolsos subió un 8,5%, llegando a 13.795 millones de euros. Este aumento en los costes plantea interrogantes sobre la gestión de la eficiencia operativa de la empresa, que es vital para enfrentar un entorno competitivo.
Además, la deuda neta de Galp se situó en 1.471 millones de euros a finales de septiembre, lo que representa un aumento del 5,1% en comparación con los 1.400 millones de euros de diciembre del año anterior. Esto podría ser un punto de preocupación si la tendencia sigue en ese rumbo, ya que una alta carga de deuda puede limitar la capacidad de inversión y crecimiento futuro de la compañía.
Perspectivas para el futuro
A pesar de los retos presentados en este informe, Galp sigue mostrando un compromiso firme hacia el futuro. El consejero delegado Filipe Silva enfatizó en declaraciones recientes que la empresa continúa demostrando su dinamismo operativo. «A pesar del entorno menos favorable de los precios del refino y de las materias primas, nuestros activos han sabido adaptarse, destacando nuestro compromiso con la excelencia operativa», afirmó.
Por otro lado, la compañía tiene metas ambiciosas para el 2024, previendo que el Ebitda ajustado superará los 3.100 millones de euros y que el flujo de caja operativo ajustado exceda los 2.000 millones de euros. Esto sugiere que, a pesar de las dificultades actuales, Galp está bien posicionada para continuar su camino hacia la recuperación y el crecimiento.
Reflexiones finales sobre el desempeño de Galp
No cabe duda de que Galp está pasando por un periodo de ajustes. La caída en los beneficios del tercer trimestre contrasta con el crecimiento acumulado de los primeros nueves meses del año, lo que puede llevarnos a preguntarnos: ¿Qué estrategias implementará la empresa para mantener su competitividad? ¿Cómo abordará la caída en las renovables y el aumento de costes? Mientras Galp se prepara para enfrentar estos desafíos, los próximos trimestres serán cruciales para evaluar su capacidad para sortear un entorno económico incierto y volátil.