La Compañía Española de Financiación del Desarrollo (Cofides) ha hecho un movimiento significativo al otorgar un préstamo de coinversión de 75 millones de euros a la constructora Sacyr. Este financiamiento proviene de sus propios recursos y del Fondo para Inversiones en el Exterior (FIEX). La inversión se destinará a dos importantes proyectos de concesiones viales en Chile: la autopista urbana Américo Vespucio Oriente I (AVO-1) y la Ruta de la Fruta (Ruta 66).
Detalles del financiamiento
De la cantidad total, se destinarán 50 millones de euros para la refinanciación del proyecto AVO-1 y 25 millones de euros para la Ruta 66. Con esto, ambas compañías buscan no sólo facilitar la operación de las infraestructuras, sino también impulsar la conectividad en la región.
Impacto de AVO-1
El tramo de 9,3 kilómetros que compone la AVO-1 en Santiago de Chile es todo un referente. Inaugurada en 2022, esta autopista está gestionada al 50% por Sacyr Concesiones. El contrato incluye el diseño, financiación, construcción y operación de esta vía que se proyecta hasta 2059. Este tramo forma parte del anillo externo Américo Vespucio, uno de los ejes más cruciales de la capital chilena.
La construcción de esta infraestructura fue una inversión significativa, alcanzando los 1.005 millones de euros. Pero lo realmente impresionante es su impacto: la autopista beneficia a más de 75.000 personas diariamente, mejorando la conectividad norte-sur y reduciendo congestiones y tiempos de desplazamiento. Además, tiene un efecto positivo en la disminución de la contaminación acústica y ambiental. Un avance que no sólo mejora la vida cotidiana de los ciudadanos, sino que también es un paso hacia un futuro más sostenible.
Ruta 66 y su relevancia
En paralelo, el contrato de la Ruta 66 implica una inversión de 640 millones de euros y abarca la construcción de 141,2 kilómetros de autopista interurbana en las regiones de O’Higgins, Metropolitana y Valparaíso. Este proyecto se centra en la construcción, conservación y explotación durante un periodo de 40 años.
Las obras de esta infraestructura jugarán un papel crucial en la mejora del acceso a los dos puertos más importantes de Chile: Valparaíso y San Antonio, localizados en la Región de Valparaíso. Esto no solo beneficiará directamente a la población de siete municipios adyacentes a la autopista, sino que también tendrá repercusiones positivas en el comercio y la economía regional en general.
Colaboración entre Cofides y Sacyr
Cofides y Sacyr tienen un historial de colaboración en diversos proyectos de infraestructura alrededor del mundo, incluyendo naciones como Italia, Omán, Australia y Paraguay. Esto ha generado un impacto notable creando 1.300 puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, en las tareas de construcción. Cada una de estas iniciativas demuestra cómo la inversión en infraestructura puede ser un motor de desarrollo no solo a nivel económico, sino también social.
La presidenta y consejera delegada de Cofides, Ángela Pérez, ha resaltado que esta operación representa un hito significativo, marcando la importancia de estos proyectos estratégicos para Chile. Según Pérez, están destinados a impactar de manera positiva la conectividad y la economía del país, contribuyendo además a reducir la contaminación ambiental y acústica. Hace énfasis en cómo estos proyectos incorporan las mejores prácticas de circularidad y técnicas de eficiencia energética.
El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, ha destacado la crucial confianza que Cofides ha depositado en la estructuración financiera de estas obras. Resalta la diversidad en las fuentes de financiación como un aspecto fundamental para grupos concesionales líderes como Sacyr. Esto les permite mantenerse a la vanguardia en la financiación de proyectos que tengan un impacto social y medioambiental positivo.
Mirando hacia el futuro
Al observar la magnitud y el impacto de estos proyectos, es evidente que la infraestructura vial no solo es vital para el desarrollo de una nación, sino que también actúa como un puente hacia un futuro más sostenible y conectado. Con la combinación de recursos financieros, políticas adecuadas y colaboración internacional, se pueden lograr avances significativos.
Los esfuerzos de empresas como Sacyr y entidades como Cofides son un testimonio del compromiso hacia un desarrollo que no solo busca el crecimiento económico, sino que también se preocupa por el bienestar social y la protección del medio ambiente. Esta filosofía de trabajo puede servir de ejemplo y guía para futuras inversiones y proyectos en otros países en desarrollo, mostrando que es posible construir un mundo mejor y más conectado.
¿Hasta dónde llegará el impacto de estas iniciativas en el futuro? Aunque ya se han logrado hitos importantes, el camino por recorrer sigue siendo amplio.