El presidente de CEOE Cepyme Cantabria, Enrique Conde, ha puesto de relieve la situación crítica que enfrentan las empresas de la Comunidad Autónoma debido al reciente apagón eléctrico que afectó a todo el país. Este hecho ha generado «daños importantes» en diversos sectores, lo que ha llevado a Conde a solicitar al Gobierno ayudas y una línea de créditos blandos para afrontar la crisis.
Actitud ejemplar de empresas y ciudadanos
El líder empresarial destacó la «actitud ejemplar» de las empresas y ciudadanos durante esta difícil circunstancia. Según él, tanto las empresas como los habitantes de la región respondieron con «serenidad, responsabilidad y solidaridad». Las empresas se organizaron para continuar funcionando en la medida de lo posible, priorizando la seguridad de sus empleados y la colaboración con las autoridades, incluso frente a la falta de suministro eléctrico.
Conde también reconoció el esfuerzo del Gobierno cántabro, que «ha hecho muy bien lo que debía y podía hacer» en esta crisis. No obstante, la incertidumbre generada por el apagón eléctrico ha creado un clima de preocupación en toda la región, afectando la actividad de muchos sectores.
Evaluación de los daños del apagón
El impacto ha sido notable, particularmente en el sector industrial, donde reiniciar una línea de producción es un proceso lento y complicado. Esto plantea la necesidad de realizar una evaluación exhaustiva de las consecuencias que ha tenido el apagón, sector por sector. Las industrias electrointensivas, aquellas para las que la electricidad es «vital», han sido particularmente golpeadas.
Además, el transporte, en sus dos vertientes: el servicio a viajeros y la actividad empresarial, ha enfrentado desafíos. Aunque en Cantabria las consecuencias han sido «afortunadamente limitadas», otros sectores, como el comercio y la hostelería, han tenido que cerrar sus puertas, a menudo sin luz y sin capacidad para atender a los clientes. La agricultura y la ganadería también se encuentran en una posición delicada tras este suceso.
Recogida de información para ayudas
Ante esta situación, CEOE está trabajando activamente para recabar información de empresas y asociaciones sectoriales. Esta recopilación de datos es esencial para hacer una «correcta evaluación de daños», lo que permitirá solicitar ayudas, subvenciones y créditos preferentes. «Esto ya se ha hecho en otras ocasiones con eventos inesperados. Necesitamos esperar para conocer lo que se ha perdido con detalle», comentó Conde.
CEOE ha estimado que el coste de un día sin energía en España equivale aproximadamente al 0,1% del PIB, lo que subraya la importancia de una respuesta adecuada por parte de los gobiernos nacional y autonómico. Conde espera que la reacción de estos gobiernos sea coherente con la magnitud del problema presentado.
Exigen conocer la verdad sobre el apagón
Con respecto a las repercusiones de este apagón, Conde anunció que la patronal cántabra exigirá explicaciones detalladas a la organización confederal de CEOE. Es crucial conocer «la verdad» de lo ocurrido para aprender lecciones y evitar que un incidente similar vuelva a suceder.
Si se confirma que el problema está relacionado con la red eléctrica y la dinámica de los sistemas de generación, es «imprescindible» que la política energética cambie. Conde afirmó que es un error priorizar fuentes de energía no controlables, como las renovables, mientras se pretende eliminar otras más estables y abundantes, como la energía nuclear. «Con lo sucedido ayer, creo que el debate sobre la energía nuclear se ha terminado en España. No podemos permitirnos ese lujo», afirmó con firmeza.
El presidente de CEOE enfatizó que ser una isla energética debe impulsarnos a promover un sistema robusto, independiente y bien dimensionado. Esto, a su vez, incluye aumentar nuestras interconexiones con países vecinos tanto al norte como al sur. La política energética no solo afecta a la economía sino también a la capacidad de atraer inversiones.
Gestión del apagón eléctrico
En cuanto a la gestión del apagón, Conde destacó que el Gobierno regional actuó de manera «buena», con una respuesta ágil y bien coordinada ante la emergencia. «Hicieron lo que debían hacer: atender la situación de manera inmediata y facilitar la vida a los ciudadanos», agregó.
Sin embargo, criticó al Gobierno central por su tardanza en proporcionar información. «Además del apagón eléctrico, sufrimos un apagón informativo, lo que generó incertidumbre y miedo». En tiempos de crisis, es fundamental que haya certidumbre y liderazgo por parte de quienes gestionan la respuesta a emergencias.
A pesar de las críticas, reconoció el esfuerzo «notable» de los servidores públicos y organismos implicados para manejar una situación que era «muy grave».
En un panorama así, es esencial reflexionar sobre la robustez de nuestro sistema energético y la necesidad de una planificación a largo plazo. ¿Estamos realmente preparados para enfrentar futuros desafíos energéticos? La manera en que respondamos a esta interrogante podría marcar la diferencia en nuestra resiliencia económica y social en el futuro. Sería prudente no perder de vista estas lecciones y asegurar que cada decisión que se tome avance hacia la sostenibilidad y estabilidad en el suministro de energía.