El grupo cervecero danés Carlsberg ha experimentado un notable cambio en su situación financiera en 2024. Ha registrado beneficios netos atribuidos de 9.116 millones de coronas danesas, lo que equivale a unos 1.222 millones de euros. Este resultado contrasta drásticamente con las pérdidas de 39.777 millones de coronas danesas (5.332 millones de euros) que sufrió el año anterior, lo que subraya la capacidad de la empresa para recuperarse y adaptarse en un escenario desafiante.
resultados financieros sólidos
Los resultados del segundo semestre son especialmente representativos de esta recuperación. Las ganancias de 5.377 millones de coronas (720,8 millones de euros) se comparan favorablemente con los ‘números rojos’ de 43.932 millones de coronas (5.889 millones de euros) de los seis meses anteriores. Pero no solo eso, los ingresos también mostraron un incremento, alcanzando los 36.208 millones de coronas (4.854 millones de euros), lo que representa un aumento del 1,1%.
Una parte clave de este crecimiento se refleja en la facturación total, que creció un 1,9% hasta llegar a 75.011 millones de coronas (10.056 millones de euros). Además, el resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 15.781 millones de coronas (2.116 millones de euros), lo que indica un aumento del 4% en la rentabilidad operativa.
Mejores márgenes y control de costes
A pesar de estos resultados positivos, Carlsberg no se ha visto exenta de desafíos. La empresa enfrentó unos costes de producción y distribución que aumentaron un 1,8%, totalizando 63.600 millones de coronas (8.526 millones de euros). Esta situación resalta la importancia de gestionar los gastos de manera eficaz para maximizar los beneficios en un contexto de costes crecientes.
Sin embargo, el consejero delegado de Carlsberg, Jacob Aarup-Andersen, se mostró optimista, afirmando: «Dada la difícil coyuntura en algunos de nuestros principales mercados, que ha afectado a la evolución de volúmenes, estamos satisfechos con nuestros sólidos resultados para 2024». Esta declaración sugiere que, a pesar de las circunstancias adversas, la compañía ha logrado superar las expectativas a través de una gestión enfocada y proactiva.
Dividendo y futuras perspectivas
Además de los resultados financieros, Carlsberg ha decidido repartir un dividendo de 27 coronas (3,62 euros) por acción, lo que implicará un desembolso total de aproximadamente 3.600 millones de coronas (482,6 millones de euros) y una proporción de reparto del 49% del beneficio neto ajustado para operaciones continuadas. Este movimiento es bien recibido por los accionistas y refuerza la posición de la empresa en el mercado como un jugador sólido y fiable.
En cuanto a las perspectivas para el próximo año, Carlsberg estima que el beneficio operativo orgánico podrá aumentar entre un 1% y un 5% en 2025. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta proyección incluye un impacto negativo de entre dos y tres puntos debido a la salida de ‘San Miguel’ del Reino Unido, lo que muestra que la compañía se está preparando para manejar los cambios en su estructura de negocio.
Adquisición estratégica
Un evento significativo en la agenda de Carlsberg es la adquisición de Britvic, un fabricante británico de refrescos. En julio de 2024, los consejos de administración de ambas empresas llegaron a un acuerdo mediante el cual Carlsberg comprará Britvic por 3.300 millones de libras (3.940 millones de euros).
Según los términos de la oferta, Carlsberg pagará 1.315 peniques (15,70 euros) por cada acción de Britvic, de los cuales 1.290 peniques (15,40 euros) corresponden al pago en efectivo, además de un dividendo especial de 25 peniques (29,9 euros). Esta adquisición no solo diversifica el portafolio de Carlsberg, sino que también fortalece su presencia en el mercado de bebidas no alcohólicas mientras busca afianzar su posición competitiva.
Ajustes en la estrategia de recompra de acciones
Como parte de su estrategia de financiamiento, Carlsberg suspendió su programa de recompra de acciones el 8 de julio. Esta decisión estratégica busca evitar un aumento excesivo del apalancamiento, permitiendo a la empresa gestionar con más comodidad la operación de compra de Britvic. La medida parece ser una jugada sabia en un ambiente económico en constante cambio, donde la prudencia financiera puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Al considerar el panorama general, queda claro que Carlsberg ha demostrado una notable resiliencia y capacidad de adaptación, incluso frente a adversidades. ¿Cómo afectará la adquisición de Britvic a su crecimiento futuro y a su estrategia general? La industria espera con interés ver cómo se desarrollan estos acontecimientos, y cómo Carlsberg continúa navegando por un entorno lleno de retos y oportunidades. ¿Estamos ante un modelo de negocio innovador que podría ser replicado por otros en el sector? Solo el tiempo lo dirá.