Iberdrola también someterá a su Asamblea la aprobación de los resultados del ejercicio, en el que invirtió 17.000 millones de euros y registró un beneficios neto récord de 5.612 millones. Además de esta importante información financiera, la empresa propondrá un dividendo complementario de 0,404 euros brutos por acción. Si se suman los 0,231 euros abonados a cuenta en enero, se estaría distribuyendo un total de 0,635 euros por acción, lo que representa un incremento del 15% respecto al ejercicio anterior.
El orden del día de la próxima junta de la eléctrica contempla diversas propuestas de acuerdo, entre las que se encuentran modificaciones en los Estatutos Sociales y una actualización del Reglamento de la junta general de accionistas. El objetivo es seguir fomentando la transparencia y fortalecer una governanza corporativa robusta y sólida. De hecho, el consejo de administración ha aprobado la revisión de diversas normas y políticas internas en este mismo sentido.
Resultados y dividendo
Mientras tanto, la compañía llega a esta cita anual con sus accionistas en un momento favorable en Bolsa, con sus títulos alcanzando máximos históricos y una capitalización que supera los 100.000 millones de euros. Esto posiciona a Iberdrola como la primera eléctrica de Europa y entre las dos más grandes del mundo por valor. ¿No es impresionante ver cómo una compañía puede escalar posiciones en el mercado de esta manera?
Además, el respaldo de los dos principales ‘proxy advisors’ internacionales, ISS y Glass Lewis, a todos los puntos que Iberdrola someterá a su junta general añade eficacia a los procesos de toma de decisiones. Ambos asesores de voto, con una cuota de más del 70% en el asesoramiento a grandes inversores, como gestoras de fondos y aseguradoras, aconsejan a los más de 600.000 accionistas de la empresa votar a favor de cada uno de los puntos del orden del día de la asamblea.
Respaldo de ISS y Glass Lewis a todos los puntos
En la próxima junta general, Iberdrola también someterá a su consideración la reelección como consejeros independientes de Ángel Acebes y Juan Manuel González Serna. Esta asamblea, programada para el 30 de mayo, marca el cuarto año consecutivo en que la compañía mantendrá el dividendo de involucración. Es fundamental para la empresa seguir comprometida con sus accionistas en momentos como este.
Además, se someterá a votación la ratificación y reelección de Ana Colonques García-Planas como consejera independiente. Ella fue nombrada en diciembre último para ocupar el puesto vacante dejado por María Helena Antolín Raybaud, quien renunció por motivos personales. Colonques, licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Esade, es reconocida por su rol en la dirección financiera de Porcelanosa Grupo, y su experiencia la convierte en un pilar importante en la toma de decisiones del consejo.
Nuevas reelecciones en el consejo
Ángel Acebes, quien ocupó cargos importantes en los gobiernos de José María Aznar, fue consejero de Iberdrola de 2012 a 2019 y volvió a unirse al órgano rector en 2020 después de ser absuelto en el caso de la salida a Bolsa de Bankia. Su trayectoria y experiencia hacen de él un miembro clave del consejo, donde actualmente se desempeña como consejero coordinador.
Por su parte, Juan Manuel González Serna, presidente del grupo Siro en el sector de la alimentación, es consejero de Iberdrola desde 2017 y recientemente dejó el cargo de consejero coordinador, pero se mantiene como consejero y vicepresidente. La variedad y experiencia de estos miembros son cruciales para mantener la pluralidad y calidad en el gobierno de la compañía.
Estructura del consejo y dividendos
Con estos nombramientos y propuestas, Iberdrola se plantea mantener el número de 14 consejeros, de los cuales el 92% tiene la consideración de consejeros independientes. Esta estructura busca garantizar que haya un balance adecuado entre los miembros ejecutivos y externos, resguardando así los intereses de todos los accionistas.
Es destacable que la medida del dividendo de involucración de 0,005 euros por acción también se discutirá en esta junta, siempre y cuando se alcance un quórum de constitución de al menos el 70%. Con ello, la compañía reafirma su compromiso de fomentar la participación de sus cientos de miles de accionistas, no solo en la junta, sino a lo largo del año.
Así, seguimos observando los movimientos estratégicos de Iberdrola en el mercado y la manera en que busca mantener la confianza de sus accionistas. Las decisiones que se tomen el 30 de mayo no solo impactarán a corto plazo, sino que también definirán el rumbo de la compañía en un horizonte más amplio. A medida que el sector energético continúa evolucionando, es probable que veamos más iniciativas desde Iberdrola que busquen reforzar su posición en el mercado global.