El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha defendido la necesidad de implementar una estrategia global para reducir la contaminación del transporte marítimo internacional. En sus recientes declaraciones, Puente enfatizó la importancia de una acción conjunta y coordinada entre países para hacer frente a los retos que presenta el cambio climático.
Un compromiso con la sostenibilidad global
Durante un encuentro en Londres con la homóloga británica, Heidi Alexander, y el secretario general de la Organización Marítima Internacional (OMI), Arsenio Domínguez, el ministro español solicitó que se avance hacia una regulación global del transporte marítimo. “No podemos permitir que existan áreas con normas y otras sin ellas”, afirmó, subrayando que las acciones regionales actuales están demostrando ser insuficientes y pueden afectar negativamente la competitividad del sector.
Así, Puente hizo hincapié en que una estrategia común no solo es necesaria, sino que es crucial para mitigar la contaminación resultante de las actividades navieras. “Un enfoque unido garantizará que todos los actores estén alineados en sus esfuerzos y que se eviten desvíos de tráfico a puertos con normas menos estrictas”, añadió el ministro.
Un papel clave en la OMI
España, bajo la presidencia de Víctor Jiménez Fernández desde diciembre de 2023, ha asumido un papel destacado en la OMI, un organismo de la ONU responsable de la seguridad y regulación del transporte marítimo. Como parte de su plan, España se postulará a finales de este año para continuar otros dos años en la presidencia de la OMI, un paso que subraya su compromiso con la transformación de este sector hacia prácticas más sostenibles.
Con el objetivo de maximizar su impacto en la organización, Puente también ha destacado que existen múltiples iniciativas que deben ser adoptadas de forma consensuada, para asegurar que las decisiones no solo beneficien a un país, sino a toda la comunidad internacional.
Medidas concretas para un futuro sostenible
Desde octubre de 2024 se ha comenzado a trabajar en la elaboración de medidas a medio plazo que buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes del transporte marítimo. Estas medidas se centran en la reducción gradual de la intensidad de GEI de los combustibles marinos y la creación de mecanismos de fijación de precios para estas emisiones.
Además, se está debatiendo la posibilidad de establecer un *registro de intensidad de GEI* dentro de la OMI y un fondo que facilite la implementación de estas acciones. Estas decisiones son fundamentales, ya que establecerán las bases para un transporte marítimo más limpio y eficiente en el futuro.
El desafío de la ‘flota oscura’
Un tema adicional que fue abordado durante el encuentro fue la problemática de la ‘flota oscura’, un término que se refiere a las embarcaciones que operan sin informar su ubicación, evadiendo así los sistemas de seguimiento. Este fenómeno no solo compromete la seguridad marítima, sino que también puede contribuir a la contaminación y a la falta de regulación en barcos que no cumplen con las normativas ambientales.
Se está elaborando un estudio en el seno de la Unión Europea que tiene como objetivo proponer acciones concretas para evitar operaciones ilegales de esta naturaleza. Se espera que este informe se presente en el próximo periodo de sesiones del comité jurídico de la OMI, lo que podría suponer un avance significativo en la gestión de esta problemática.
La necesidad de la colaboración internacional
Óscar Puente ha recordado la importancia de que todos los países trabajen juntos, no solo a nivel de la OMI, sino también en colaboración con la Comisión Europea. Este esfuerzo conjunto es clave para garantizar que las normas no solo sean efectivas, sino también equitativas, evitando que algunas naciones se conviertan en puntos de atracción para embarcaciones con menores exigencias ambientales.
La descarbonización del transporte marítimo no es un objetivo fácil de alcanzar. Sin embargo, la voluntad política demostrada por Puente y otros líderes en la OMI sugiere que, si se combinan esfuerzos a nivel global, es posible edificar un futuro más sostenible para el sector marítimo.
Mirando al futuro
A medida que se acercan las elecciones en la OMI, la presión por desarrollar e implementar estrategias efectivas para la reducción de la contaminación marítima se hace palpable. Las decisiones que se tomen en este organismo no solo influirán en la salud de nuestros océanos, sino también en las industrias y economías que dependen de ellos.
Es un momento crucial para la sostenibilidad del transporte marítimo y, aunque los desafíos son grandes, la oportunidad de avanzar hacia un mercado más verde está más cerca que nunca. La colaboración y el compromiso son fundamentales en este proceso, y solo el tiempo dirá si se logrará un acuerdo que trascienda fronteras. Mientras tanto, la mirada está puesta en esos próximos pasos, con la firme esperanza de que lleven al sector hacia un camino de responsabilidad y progreso.