El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, mediante Enaire, ha dado un paso audaz al inyectar hasta 10,5 millones de euros en Startical. Esta sociedad conjunta, de propiedad compartida entre Indra y Enaire, planea lanzar al espacio una constelación de casi 300 nanosatélites. La finalidad de esta inversión es clara: mejorar la gestión del tráfico aéreo, un área que cobra cada vez más importancia en la movilidad global.
Objetivos y misión de Startical
¿Cuál es la verdadera misión de Startical? La empresa se ha propuesto desarrollar soluciones tecnológicas y operacionales que optimicen la seguridad, la capacidad y la eficiencia del tráfico aéreo y de otros modos de transporte. Esto se logrará a través de la provisión de servicios satelitales globales, incluyendo vigilancia (ADS-B) y comunicaciones (VHF) de voz y datos digitales.
Una de las claves de esta iniciativa es garantizar cobertura en regiones remotas y oceánicas, como el espacio aéreo oceánico de Canarias y el corredor a Sudamérica. Actualmente, estos espacios carecen de infraestructura terrestre adecuada, lo que limita la seguridad y la eficiencia de las operaciones aéreas
“Este nuevo proyecto permitirá complementar, e incluso sustituir en el futuro, algunos sistemas terrestres en regiones continentales. Podría transformar la navegación aérea de una manera análoga a la revolución que supuso el GPS”, remarkó el ministerio en un comunicado reciente.
Impacto en el tráfico aéreo
La constelación de nanosatélites promete no solo un aumento en la seguridad del tráfico aéreo, sino también mejoras significativas en la eficiencia operativa. Se espera que al optimizar las rutas de vuelo, se reduzcan tanto el consumo de combustible como las emisiones contaminantes que tanto preocupan hoy en día.
El CEO de Startical, Juan Enrique González, compartió la expectativa de que el desarrollo de una constelación que ofrezca servicios rentables no será antes de 2028 o 2030. Sin embargo, el compromiso de los socios para aportar los recursos necesarios durante este tiempo es crucial para la realización del proyecto.
“Con este lanzamiento, Startical ha dado el primer paso significativo hacia convertirse en una empresa espacial de pleno derecho”, añadió González en una reciente entrevista. La compañía está en una trayectoria de innovación y transformación en un sector que avanza rápidamente.
El camino hacia la expansión del proyecto
Recientemente, a mediados de marzo, Startical lanzó su primer satélite, conocido como IOD-1 (In-Orbit Demonstrator-1). Aunque González lo describe como un satélite modesto, su función como demostrador de concepto es fundamental. Este satélite tiene como objetivo realizar comunicaciones reales por satélite entre aviones en condiciones reales de tráfico aéreo.
“Vamos a llevar a cabo operaciones que no se han hecho nunca antes. Las capacidades que desarrollaremos serán esenciales para el futuro del tráfico aéreo”, subrayó González sobre las innovaciones que se esperan. Además, este año se anticipa el lanzamiento del IOD-2, que se podría producir a principios de julio de 2025.
Financiación y apoyo europeo
El proyecto ‘Echoes’, al que pertenecen los satélites IOD-1 e IOD-2, se beneficia de la financiación de la Unión Europea a través del Mecanismo Conectar Europa (MCE). Este apoyo es administrado por la Agencia Ejecutiva de Clima, Infraestructura y Medio Ambiente de Europa (Cinea), junto con la colaboración de ‘Sesar Joint Undertaking’, lo que pone de manifiesto el interés y la relevancia del proyecto a nivel internacional.
El respaldo financiero y la colaboración a nivel europeo ofrecen a Startical una base sólida sobre la cual construir y escalar sus operaciones. Así, se da inicio a una nueva era de iniciativas que pueden revolucionar el mundo del transporte aéreo.
Planes estratégicos a futuro
En términos de proyecciones de futuro, la compañía planea presentar un nuevo plan estratégico a finales de 2026, momento en el que se espera tener un diseño definitivo de la constelación de satélites. González ha enfatizado que el despliegue de esta constelación no será inmediato ni sencillo. Cada decisión, como el costo de cada satélite, influirá significativamente en el progreso del proyecto.
El plan estratégico no solo abordará aspectos tecnológicos, sino también cuestiones regulatorias y los conocimientos adquiridos, todo ello en busca de un modelo de negocio sostenible y viable en el tiempo. “Estamos trabajando para comprender a fondo la tecnología, ver cómo se hace el despliegue y qué recursos se necesitan”, añadió el directivo.
Las decisiones sobre abrir el capital a nuevos socios serán tomadas por Indra y Enaire en función de los resultados y de la evolución del proyecto. Esta es una consideración que refleja la ambición de Startical por ser una empresa rentable y autosuficiente en el futuro.
Mientras se desarrollan estas propuestas y se avanza hacia el lanzamiento de nuevos satélites, el dilema sobre cómo cambiará la gestión del tráfico aéreo permanece en el aire, y es una incógnita que continuará intrigando a todos los interesados en el ámbito del transporte y la tecnología espacial.