La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Marián Cano, ha lamentado el «abandono de la Comunitat Valenciana por parte del Gobierno central». En un contexto donde otras comunidades, como Cataluña, están viendo avances significativos en inversiones para sus aeropuertos, Cano destaca que la Comunitat continúa esperando la ampliación de sus infraestructuras clave. Esta situación crea un sentido de desbalance evidente y urgente que necesita ser solventado.
Preocupación por la inversión desigual
Ante el anuncio del Gobierno central de destinar 3.200 millones de euros a la ampliación del aeropuerto de Barcelona, Cano ha expresado su «preocupación» y «desacuerdo». Mientras tanto, proyectos esenciales para los aeropuertos de Valencia y Alicante-Elche Miguel Hernández no avanzan. ¿No es hora de que la Comunitat Valenciana reciba el trato que merece en el ámbito de la conectividad?
La consellera no se ha quedado solo en la crítica. Ha pedido «máxima urgencia» para la ampliación de ambas infraestructuras, subrayando que ambas afrontan «riesgos millonarios y pérdida de empleo si no se acometen sus ampliaciones con carácter urgente». Este llamamiento no es solo una queja; es una solicitud que refleja la real necesidad de las infraestructuras en la región.
Celebrando mejoras en conectividad
Cano ha enfatizado que se celebran todas las inversiones que contribuyan a la «conectividad y capacidad del sistema aeroportuario español». Sin embargo, no se puede aceptar que mientras se planifican inversiones inmensas para Barcelona, en la Comunitat Valenciana se siga a la espera de decisiones cruciales. La ampliación del aeropuerto de Valencia y la segunda pista del aeropuerto de Alicante-Elche no son simplemente proyectos; son fundamentales para el desarrollo económico de la región.
La consellera ha dejado claro que «queremos hechos, no promesas». La Comunitat Valenciana ha mostrado su capacidad para atraer turistas, inversiones y tráfico aéreo, pero necesita una planificación que sea «justa, equilibrada y transparente». Se trata de situar las infraestructuras ante la demanda y el potencial económico que realmente tienen.
Dato a dato: el crecimiento de los aeropuertos
En este contexto, los aeropuertos de Valencia y Alicante-Elche Miguel Hernández están operando «por encima de su capacidad técnica». Los últimos datos publicados muestran cifras récord de pasajeros y un crecimiento sostenido. En los primeros cuatro meses de 2025, el aeropuerto de Valencia ha registrado 3.472.631 pasajeros, lo que representa un crecimiento del 13% respecto al mismo periodo del año anterior.
Por su parte, el aeropuerto de Alicante-Elche ha manejado 34.984 vuelos en ese mismo periodo, lo que supone un aumento del 13,5% respecto al año anterior, además de acumular 5.432.165 pasajeros, un 12,7% más interanual. Estos números pintan un cuadro positivo, pero también revelan la urgente necesidad de expansión.
El impacto económico de la no ampliación
Según estudios recientes, la falta de ampliación de los aeropuertos valencianos podría acarrear «pérdidas millonarias» en ingresos y empleo. En el caso del aeropuerto de Valencia, se estima que el impacto negativo podría superar los 933 millones de euros anuales hasta 2030, poniendo en riesgo más de 17.000 empleos y la posibilidad de perder cerca de 4 millones de pasajeros anualmente si no se toman acciones inmediatas.
En el aeropuerto de Alicante-Elche, se calcula que dejar de recibir hasta dos millones de pasajeros al año podría resultar en un impacto de 920 millones de euros en ingresos turísticos anuales si no avanza la construcción de la segunda pista. Estos datos son alarmantes, ya que cada cifra representa vidas y empleos asociados al turismo y la economía local.
Un llamado a la acción urgente
El mensaje de Cano es claro: requiere una acción urgente y decisiones que se alineen con la realidad económica y turística de la Comunitat Valenciana. Está en juego el futuro de miles de empleos y la viabilidad de un sector turístico que ha demostrado ser resiliente y capaz de atraer turistas incluso en tiempos difíciles.
Las infraestructuras no son solo construcciones; son el soporte de una economía que necesita crecer y adaptarse a un mundo en constante cambio. Para que esto suceda, es crucial no solo reconocer la demanda actual, sino planificar de manera adecuada y prioritaria la expansión de los aeropuertos.
La cuestión no es solo de economía. Se trata de construir un futuro sostenible y próspero para la Comunitat Valenciana, que permita a sus ciudadanos disfrutar de las oportunidades que merecen. ¿Estamos listos para escuchar y actuar en consecuencia? Reflexionar sobre la necesidad de una acción equilibrada puede ser el primer paso hacia un cambio positivo y bien fundamentado en la infraestructura y la conectividad de la región.